Hacía las cuentas, hace ya 25 años que conocí a don Mariano Asención y doña Guadalupe Xocol, padres de mis amigos Marvin, Sole y Norma. Hace 25 años que me abrieron las puertas de su casa y de su corazón y los tengo por grandes amigos, lo que considero un gran regalo.
Ayer tuve la alegría de participar de la celebración de sus bodas de oro matrimoniales en Santo Domingo Suchitepéquez. El párroco, el recordado P. Hugo, me cedió el privilegio de celebrar la Santa Misa y predicar, y traté de ponderar la alegría de fecha tan señalada, la fidelidad que es modelo para los matrimonios jóvenes, y el agradecimiento a Dios por lo vivido. Allí renovaron sus promesas matrimoniales. ¡Qué valientes...!
Después de la Misa fue la convivencia y el almuerzo en la casa de los amigos, de los cuales participamos en primera fila. Qué emoción y alegría respirábamos.
Un aplauso a los "recién casados" y mi reiterada felicitación. Dios les bendiga y bendiga a toda la familia.
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La invitación a la fiesta. |
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Don Mariano y doña Lupe, con un bisnieto... |
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Un detalle en la fiesta. |
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Como esperábamos, bailaron al son de la marimba. |
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