El toro, todo un símbolo de España. Why? I don't know... |
Hoy, en el Seminario, hemos estado atendiendo a un buen grupo de muchachos en convivencia vocacional. Como ya se ha vuelto tradición, atendemos a los jóvenes provenientes de un departamento, debido al alto número de candidatos que se plantean la vocación sacerdotal, lo que constituye un motivo de gran alegría. En esta ocasión han venido los jóvenes de Sololá. Dentro de dos semanas tendremos la convivencia de los de Chimaltenango.
Ahora tenemos casi una treintena de jóvenes, algunos vienen por primera vez. Se nota la diferencia entre los que ya conocen el Seminario, al menos en una experiencia anterior, y los que han venido por primera vez.
Para ellos, encontrarse con esta realidad tan desconocida, les resulta sorprendente la fraternidad, el ambiente de familia -que se agradece-, la oración y la liturgia, el trato cercano con los sacerdotes. Algunos, ciertamente, se encuentran por primera vez con un sacerdote y hablan detenidamente con él sobre lo que llevan en su corazón. Aunque pueda resultar una experiencia natural, es una suerte poder hablar con un sacerdote tan detenidamente de MI CASO concreto, sobre a dónde dirigir mi vida. Ellos lo tienen ahora.
Les pedimos, por favor que nos encomienden.
Ciertamente, la imagen de arriba no corresponde a lo que he escrito arriba. Es que me comuniqué por escrito con unos amigos de España, alguno en Huesca y otro en Pamplona -a quienes he felicitado por su cumpleaños- y alguien más en Madrid... Me ha recordado ese tiempo maravilloso de estudios en Navarra. A ellos también he encomendado.
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