Mañana comenzará este tiempo maravilloso de la Cuaresma, tiempo de purificación y penitencia, tiempo propicio para esforzarnos en unirnos más al Señor. Para eso, la Iglesia nos recuerda las prácticas propias de este tiempo, entre ellas, la oración, la limosna y el ayuno, pero, sobre todo, la caridad y la misericordia.
Que no se nos olvida que mañana hemos de guardar ayuno y abstinencia. Nos servirá esta imagen.
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