Ha comenzado el curso académico en estos contornos españoles –en común con muchos otros países– y hay ahora una “panfobia”: el temor a la gripe A en ocasiones crece hasta el pánico.
Las casas farmacéuticas y homólogas están produciendo en cantidad –han triplicado su producción– geles y jabones líquidos y cosas para desinfectarse.
Indicaciones precisas se han dado: evitar el contacto con personas infectadas, lavarse las manos, taparse la boca al estornudar... Han alertado de que no se puede uno tocar la nariz, las manos, la boca… ¿Qué le sucederá a los novios, cómo se mostrarán su “cariño”…? ¿Qué pasa si me pica la nariz? ¿Se conformarán los jóvenes con decirse algo cuando se encuentren? Y, en el caso de un niño, ¿si se mete el dedo en la nariz haciendo las veces de investigador?
Además, nos han indicado a que en la Misa los “comensales” no se den la paz en el momento del offerte vobis pacem, ya que hay riesgo de contagio…
¿Y quién le da importancia a lo que de verdad importa: evitar el pecado o curarse de él?
No hay comentarios:
Publicar un comentario