El evangelio de la Misa (Mt 19,16-22) nos presenta nuevamente la figura del joven rico.
¿Será un error el que cometió?: preguntar. No estaría satisfecho con lo que tiene.
Quien quiera mejorar ha de preguntar a quien pueda responderle. Quien quiera ser feliz, ha de plantearse cambiar lo que tiene en la actualidad. Preguntar, porque hay gente que sabe más que nosotros y nosotros necesitamos aprender.
Pero preguntar significa dejar la comodidad, enfrentarse a la posibilidad de cambiar; significa abandonar la seguridad, aventurarse.
Quien busca la felicidad ha de aventurarse; si no, está condenado a vivir triste, a quedarse triste.
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