Quienes han tenido suerte de participar de una actividad semejante, saben que han sido privilegiados. También la gracia de Dios actúa a manos llenas aquí. Y una de las consecuencias que más me entusiasma es que muchos jóvenes abren los ojos aquí y descubren que Dios les llama a una mayor entrega, también en la vocación sacerdotal y religiosa. ¡Cuánta razón tenía el recordado Mons. Eduardo Fuentes! Quería que la Jornada de la Juventud en Sololá tuviera siempre esa impronta vocacional.
Como gostava desse Papa .
ResponderEliminarNosso João de Deus ,mesmo ainda não sendo catolica, eu o admirava muito ,saudades !!