Foto de la Ordenación del P. Santos, junto al Obispo. |
Con
gran alegría he participado de la Primera Misa que celebró el P. Santos Ramos
en su aldea natal, San Jorge La Laguna, alborozada por el acontecimiento, como
dijo alguien, de la primera ordenación en San Jorge La Laguna en la historia de
la Iglesia...
¡Cuánta gente! Además de los lugareños, que no quisieron faltar a tan
gran acontecimiento, hubo muchos visitantes, conocidos del nuevo sacerdote, que
participaron de la alegría.
La
Misa fue a las 11:00 de la mañana, en la hermosa y adornada iglesia colonial
del pueblo. La emoción brotó sin esfuerzo.
En
un pueblo relativamente pequeño, todos se conocen. Así, todos compartieron la
alegría de la ordenación y de la Primera Misa del P. Santos.
Privilegio
inmerecido fue el mío, pues fui invitado a predicar en esta Primera Misa, lo
que hice con esmero y emoción. Al final uno se queda corto, sin duda, en
transmitir lo que debería. No me faltó buena intención, aunque quizá sí faltó
competencia. Espero lo supla la benevolencia de los oyentes, especialmente el
sacerdote de la fiesta.
Poniendo
como ejemplo el sí del nuevo sacerdote (comenzó el Seminario Menor desde los 12
años), también incentivé a los jóvenes a que, si escuchan una llamada
específica de entregarse enteramente a Dios, no duden, que sean valientes.
Buena cuenta da de ello esta imagen siguiente, de tres jóvenes que han salido,
según me comentaron, del mismo grupo juvenil llamado “Esperanza Nuevo Amanecer”.
Felicidades también al grupo.
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