San Pablo en el Areópago de Atenas. |
A pesar de la falta de disposición de los atenienses a querer oír la verdad, San Pablo no deja de proclamarla, como se lee hoy en la primera lectura de la Misa (aquí).
Con caridad y con modo, no se deje de
proclamar la doctrina cristiana, también sobre temas controversiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario