Los alumnos del Bachillerato del Seminario
Menor han venido al Mayor para una convivencia vocacional. Aunque, ciertamente,
tienen muy presente el tema vocacional-sacerdotal, pues el Menor tiene esa
perspectiva, aquí se les plantea más en serio, si cabe, una decisión. Se trata
de un “toque”, un parón en el camino, para que se planteen su posible ingreso
en el Mayor el próximo año.
En total son 20 jóvenes, muy entusiastas,
que se han integrado maravillosamente en la convivencia con los que
posiblemente sean sus compañeros el próximo curso. Los “bandidos” son tan
buenos jugando al futbol que ganaron al equipo del Mayor —el desorganizado
equipo que se logró medio organizar— y a un equipo de jóvenes escuintlecos que
vinieron a visitarnos.
He entrevistado a uno de Sololá, a otro de
Santa Clara La Laguna y a uno más de San Antonio Palopó. Los tres han expresado
que quieren ingresar al Mayor el próximo año. Además de animarles a que
terminen bien su formación en el Menor —en el sprint final que tienen, de unas
cuantas semanas—, también les animé a rezar por esta intención.
Sueño viendo a un buen grupo ingresando el
otro año, comenzando la aventura de la formación sacerdotal. Mientras, afinamos
la formación de los que están por terminar, cinco alumnos de Cuarto de Teología
—tres, aquí, en este Seminario; otros dos en el Seminario de La Asunción—. Dios
nos siga asistiendo.
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