Una foto de archivo de unas personas muy queridas, en convivencia en el patrio del Seminario Mayor. |
Al ver todas esas fotos me he planteado si el corazón no se me está ablandando, pues me ha hecho pensar con emoción parte de la historia de nuestro Seminario y de la mía propia, que ya va estando ligada al Seminario. Hay tanto de qué dar gracias a Dios.
Ahora tenemos ante las narices la convivencia vocacional, la última para seleccionar a los que ingresarán al Introductorio del próximo año. Tenemos más o menos unos 50, cada uno con su historia, tan sorprendente como viva, es decir, que está en continuo cambio.
Pero entre mis intenciones también está encomendar a mis amigos los padres Juan Pablo y Pedro Poz que han perdido a su papá el día de ayer, después de una larga y penosa enfermedad. Dios conceda el descanso eterno a don Vicente Poz, a quien tuve el honor de conocer algo y cuya preparación suya para ese encuentro definitivo con Dios me sorprende hondamente.
Encomiéndennos, por favor.
Mi oración, afecto y recurdo !Éxitos!
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