sábado, 13 de abril de 2019

Una vez más celebraremos la Semana Santa


En el Seminario, la Semana Santa constituye una ocasión primordial para vivir la Pascua del Señor, viviendo y celebrando la Liturgia especial de estos días. Un sacerdote nos recordaba recientemente que hay que vivir estos días, para no caer en la frecuente tentación nuestra de pensar en la organización y celebración de los actos litúrgicos.

Además, tendremos ocasión de hacer un paro en las actividades ordinarias de la formación, para compartir con las comunidades en nuestras diócesis. Personalmente, considero un honor poder celebrar la Semana Santa en una comunidad en mi Diócesis; en esta ocasión será en Las Lomas, aldea-comunidad perteneciente a la parroquia de Nuestra Señor del Pilar Zaragoza, Chimaltenango.

En efecto, ya hemos trazado el plan, cuyo centro es la celebración de los misterios de la Pascua del Señor. Pero también habrá tiempo suficiente para rezar, para compartir, para confesar a los fieles y visitar a los enfermos.

Serán días que llenarán espiritualmente nuestro ministerio sacerdotal. Los sacerdotes haremos especial memoria de nuestra dependencia amorosa de Dios, especialmente en la Misa Crismal (en mi Diócesis, el Miércoles Santo) y el Jueves Santo. Y nos alegraremos grandemente en la Resurrección del Señor.

Un saludo cordial a los seminaristas, que andan por los distintos lugares del país en actividad pastoral, esperando encontrarnos con alegría para celebrar la Pascua a la vuelta.

Descanse en paz, Mons. Bobadilla

Con esperanza cristiana, damos gracias a Dios por la vida el ministerio de Mons. Rodolfo Bobadilla Mata, quien esta mañana ha concluido su peregrinación en este mundo y ha sido llamado a la Casa del Padre.

Mons. Bobadilla fue obispo de Huehuetenango durante largos años. Fue ordenado obispo para el Vicariato Apostólico de El Petén en 1987; en 1996 fue nombrado obispo de Huehuetenango; y en 2012, por motivos de edad, se convirtió en emérito.

Descanse en paz, Mons. Rodolfo Bobadilla.