lunes, 28 de diciembre de 2009

¡Feliz Navidad!

Tengo quince días de estar en Guatemala y se han pasado "volando", como decimos aquí. Con tan grandes acontecimientos, no se han sentido los días.

La Ordenación sacerdotal del día 19 fue una gran fiesta. Fueron cuatro los ordenados: Emilio, Ernesto, Carlos Humberto y mi hermano Ezequiel. Llegaron cerca de 60 sacerdotes, y la iglesia parroquial de Patzicía estuvo a rebosar. Tuviron que quitarse todos los bancos de la iglesia para que cupiera el mayor número de gente; aún así, hubo mucha gente que se quedó fuera. Los cálculos fueron de tres mil personas que asistieron, todos fueron comensales no sólo para la Misa sino también para la mesa.

Tuve el gusto y el honor de predicar en la Primera Misa de mi hermano, celebrada el día siguiente, 20 de diciembre. Allí estaban ya sólo los parroquianos, que nos conocieron desde nuestra niñez, y los que conocían a mi hermano, de distintos sitios. Tuvimos también el honor de que el Obispo de la Diócesis asistiera a la Primera Misa.

Con perdón de todos, les quedo debiendo aún las fotos, pues los medios que ahora utilizamos no son los mejores como para hacerlo.

A cada uno, le deso una muy feliz Navidad, y que el Niño Dios bendiga a cada uno y a sus familias.

martes, 15 de diciembre de 2009

Navidad Diocesana en el Seminario

Después de unos pocos días de descanso con mis papás, me he atrevido a acercarme al Seminario y saludar a los sacerdotes, en donde se llevaría a cabo la reunión del clero de la Diócesis.

La reunión ha comenzado con una meditación predicada por el P. Aurelio, formador del Seminario. Después de tan preciada exhortación, ha habido una reunión con Mons. Gonzalo, recordando y agradeciendo a Dios por el trabajo realizado y las bendiciones recibidas durante el año que estamos terminando.

Después de un rato de saludos y conversación entre los sacerdotes, pasamos al "banquete" preparado por las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, que tan afanosamente preparan para una reunión semejante. Todo eran detalles en la mesa. Todos muy contentos.

Además, por mi parte, estoy viviendo de cerca la preparación de la Ordenación de Esequel, Milo, Ernesto y Carlos, el próximo sábado en Patzicía. A los cuatro he podido saludar, todos muy sonrientes, y ya los nervios están empezando a hacer acto de presencia.

Ha sido gran alegría saludar a los recién ordenados y al resto del clero de la Diócesis. Subo al menos dos fotos.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Próximas ordenaciones y mi descanso

La primera es que estamos a una semana de las siguientes ordenaciones sacerdotales en la Diócesis. El próximo sábado 19 de diciembre, en Patzicía, se ordenarán los ahora diáconos Carlos Gómez, Emilio Alvarado, Ernesto Gramajo y Esequel Xicay.

Con gran alegría me preparo interiormente a este acontecimiento. Con tan excelente “excusa”, Dios mediante, viajaré el día de mañana, sábado, a una semana de las ordenaciones. Después de casi año y medio de estar en Pamplona frecuentando la Biblioteca de la Universidad de Navarra, un tiempo que he tratado de hacer rendir intelectualmente, voy a tomarme un descanso participando de estas fiestas y de la compañía de mi familia, a la que nunca he olvidado. Intentaré estar al día con el blog, como agradecimiento a tan amables lectores.

Les pido, como un limosnero, oraciones por los nuevos sacerdotes, los recién ordenados y los que serán ordenados en las próximas fechas. Con tan precioso marco del año sacerdotal, vamos a pedir que sean santos.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Mi amigo Nacho

Les presento a mi amigo Nacho. Sinceramente, no le he saludado en carne y hueso en ocasión alguna, pero me simpatiza mucho y me causa admiración por su naturalidad, su sinceridad, pero también su heroísmo en el trabajo, en las cosas de cada día. ¡Ya quisiera yo tener el temple, la paciencia y el dominio de sí -además de su sentido sobrenatural- que tiene este amigo mío!

Esa es fe palpable. ¡Quisiera yo tener la visión sobrenatural de este carnicero!

martes, 8 de diciembre de 2009

En la solemnidad de la Inmaculada Concepción

Como en los días de fiesta, hoy también ayudé pastoralmente en la Clínica Universitaria. Preparé lo necesario para celebrar la Santa Misa; me había prometido celebrar con piedad y con la solemnidad que pudiera. Canté incluso la consagración. Y la gente estaba también muy atenta y piadosa.

En la homilía recordé someramente la historia de las apariciones de la Virgen en Lourdes, en donde se dio a conocer nuestra Señora como la Inmaculada Concepción. La solemnidad de ahora es un ejemplo palpable de que el combate y la victoria sobre el pecado es posible, y no una utopía o un propósito ilusorio e imposible.

Propuse como propósitos, puesto que el sentido de la Solemnidad lo sugiere, una buena confesión y la lucha sin tregua contra el pecado, no sólo contra el pecado mortal sino también contra el pecado venial deliberado. María, tota pulchra, nos conseguirá la gracia para no transigir con la ofensa a Dios. “Aparta de mí, Señor, lo que me aparte de ti”.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La esperanza en el Adviento

Esperamos la venida del Señor. La primera venida ya aconteció, la segunda está todavía en el futuro, cada una de ellas con sus propiedades.

San Bernardo explica que hay una venida intermedia: Cristo viene continuamente, en los sacramentos, en la gracia que prodiga al hombre, viene "en cada hombre y en cada acontecimiento", como reza el III prefacio de Adviento.

Pero, esta espera gozosa de la venida del Señor no es una espera inactiva, sentimental, pasajera. La esperanza cristiana tiene su fundamento en la obra de Dios: la salvación de los hombres, y de la manera en que se realizó tal salvacion: la entrega de la vida del Hijo de Dios. Si un Dios hizo tanto por mí, ¿cómo no confiaré en Él?

También tiene un fuerte fundamento en la filiación divina. Si soy hijo de Dios -y ¡Él es mi Padre!-, cómo no confiaré en su promesa.

Pero la esperanza no es, decíamos más arriba, inactiva. Al contrario, con la gracia de Dios haremos su voluntad, no la nuestra. Porque los que están destinados al Cielo -todos- han de hacer lo "poco" que les corresponde para ganárselo.

La Virgen es nuestro amparo en este camino a la Casa del Padre.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Ermita del Campus de la Universidad

La Ermita de la Universidad fue bendecida en 1962. La Imagen de la Virgen, Madre del Amor Hermoso, fue bendecida por el Papa Pablo VI. Una talla en mármol blanco, es una preciosa imagen de Santa María y Jesús, Él de pie sobre unos libros que recogen la sabiduría de muchos hombres, instrumento de aprendizaje en la Universidad.

Todos los días, la imagen recibe el cariño de mucha gente: estudiantes, profesores, trabajadores de la Universidad, devotos de la ciudad. ¡Cuántas veces he tenido la oportunidad de rezar el Rosario allí! Estos días de la Novena a la Inmaculada está más concurrida.

Como ya es tradición en la Universidad, el polideportivo se viste de fiesta para esta Novena, pues se celebra la Santa Misa, hay abundantes confesiones, la predicación es "especial", se podría decir...; en fin, mucha gente, y gente joven además. Es una gran alegría experimentar esta oleada de expresión pública de fe.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Tercer día de la Novena: el Ángel Custodio de María

Josep María Torras (“Acercarse a Jesús con María”) me ha sugerido una idea: considerar la persona y la misión del Ángel Custodio de María.

Todo miembro de la humanidad, toda persona que nace, como enseña el Catecismo, tiene asignado un ángel que le cuida desde ese inicio hasta el final de su vida sobre la tierra. La Virgen María, quizá haya tenido muchos ángeles a su servicio, pero uno en particular ejercía el cuidado que le correspondería como Ángel Custodio suyo.

¡Qué dicha la de ese Ángel! Acompañar y proteger y recrearse en la “Obra maestra de Dios”. Como hace todo Ángel Custodio, habrá sugerido a oídos de la Virgen hacer muchas cosas buenas, y recibiría la alegría de ser seguida la sugerencia; habrá tenido algún trabajo, como es de suponer, para apartar de algún peligro a la Virgen, aunque ninguno para apartarla de un peligro de ofender a Dios, por especial gracia recibida en su Inmaculada Concepción.

Recibiría, además, las confidencias de la Virgen, porque Ella sabía que tenía un ángel y cultivaría su trato con él. En los momentos más dolorosos de la vida de María habría “sufrido” también, y la acompañaría en su dolor; y en su Asunción gloriosa, ocuparía un lugar sobresaliente en la corte angelical que la rodearía.

martes, 1 de diciembre de 2009

Novena a la Inmaculada

Decía el día de ayer que estamos en la Novena a la Inmaculada Concepción. Para muchos, hoy es el tercer día, para otros, el segundo, según cómo se cuente.

La Novena es una oportunidad de crecer en el amor a la Madre de Dios y Madre nuestra. Ojalá seamos de los millones de fieles que profesamos devoción a la Virgen María bajo esta advocación. Por el momento, doy paso a esta explicación sobre el Dogma mariano.