viernes, 31 de diciembre de 2010

Se termina el 2010

       Quedan menos de 15 horas, ahora que escribo, para que se acabe el año 2010 y dar la bienvenida al año 2011. Aunque, confieso, que el paso de la media noche entre uno y otro año, era más emocionante para nosotros, cuando éramos pequeños. ¡Cómo pasa el tiempo!
       “¡Otro año encima!”, me decía un amigo: un año que se quema y otro que se estrena. ¿Para qué este tiempo? ¿Qué sentido tiene vivir un año más? Entonces caigo en la cuenta que este tiempo no tendría sentido si no se remite a Dios: el tiempo es un don de Dios que hay que hacer rendir.
     ¿Habré progresado este año? ¿En qué he progresado? ¿Vale la pena en eso que he progresado? Entonces me recuerdo de la parábola de las minas que recoge el evangelio: el hombre que enterró lo encomendado y no trabajó.
       Este último día suele ser de examen, de balance. Ojalá nos ayude a emplear este tiempo para Dios.
       ¡Les deseo toda clase de bendiciones de Dios para este año 2011 que comenzamos!

jueves, 30 de diciembre de 2010

"Navidad en tiempo de crisis"


El Prof. Francisco Varo, de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, ha escrito este artículo titulado “Navidad en tiempo de crisis”, publicado en el Diario de Navarra el 24 de diciembre. Puesto que continúa el tiempo litúrgico de la Navidad, sigue siendo propicio incentivar esta devoción.

       Es Nochebuena. Las figuritas de los Reyes Magos reviven al sacarlas de su cajón polvoriento y ponerlas camino del Portal donde están José, la Virgen y el Niño, al calor de la mula y el buey. A lo lejos, los pastores guardan los rebaños en la noche, cuando se les presenta el ángel que anuncia la buena noticia: «Hoy os ha nacido, en la ciudad de David, el Salvador, que es el Cristo, el Señor».
       Los niños están contentos poniendo el Belén porque han llegado las vacaciones, pero los mayores ¿podemos unirnos sin más a su fiesta? Estamos sumidos en una profunda crisis. Falta trabajo. Parece que es difícil mirar al futuro con esperanza.
       El portal, las casas y las figuras del Nacimiento invitan a mirar al pasado, pero también a reflexionar sobre el presente.
       ¿Cómo era el Belén de verdad, aquel donde nació Jesús? A comienzos del siglo I, Belén eran poco más de cuatro casas. Sus habitantes vivían de la agricultura y la ganadería. Tenía buenos campos de cereales. Además, en las regiones limítrofes con el desierto, pastaban rebaños de ovejas. En el horizonte todavía hoy se divisa la inconfundible silueta del Herodium, un palacio-fortaleza que Herodes había construido no lejos de allí.
       La vida de la gente corriente no era más fácil, cómoda ni segura en aquellos años que ahora. Herodes era un personaje siniestro y sin escrúpulos que se encontró con el poder sin contar con méritos para gobernar. No era judío sino idumeo, pero con sus intrigas en Roma logró los apoyos suficientes para conseguir que los romanos lo reconocieran como rey y hacer efectivo su mando a partir del año 37 a.C. Ha pasado a la historia como el rey cruel que no dudó en erigirse en señor de la vida y de la muerte de sus súbditos, fueran niños o ancianos.
       El pueblo llano de Belén pudo experimentar hasta qué extremo puede cegar el afán de poder: con tal de eliminar a Cristo -¡un niño indefenso, recién nacido!- al que veía como posible competidor de su realeza, ordenó el exterminio de los más inocentes, los niños nacidos en ese pueblo durante los últimos años.
       Al cabo de dos milenios hay cosas que han cambiado poco. No faltan quienes como Herodes, al margen de sus opciones políticas, con aciertos y con fallos, desprecian el valor de la vida humana especialmente en los momentos de mayor debilidad: cuando acaba de ser concebida o cuando declina; o están empeñados en apartar de la escena a quienes contemplan como competidores ideológicos.
       En cambio, Jesús, ese niño débil e indefenso, es Dios. Está vivo. No nació para buscar conflictos con el poder romano ni con la tiranía de quienes se creían intérpretes infalibles de la Ley, pero no se achantó ante el error, la fuerza del mal ni la injusticia. Traía la verdad, el bien, la luz y la paz que el mundo necesita. Él vino a liberar a todos los hombres y mujeres de todas las tiranías. Ofreció su vida también por sus perseguidores y por quienes lo odiaban, para que también ellos pudieran alcanzar la salvación. Para que pudieran tener una vida feliz y perdurable.
       Por eso esta Nochebuena es un buen momento de hablar con alegría de tantas cosas buenas: de qué gran cosa es la familia, qué hermosa la sonrisa de un niño, qué tierna la mirada afectuosa del abuelito enfermo que apenas balbucea. El Niño de Belén nos invita a mirar al futuro con realismo y esperanza, incluso en tiempos de crisis.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Todo mundo ama a los bebés...

     Acabamos de celebrar la fiesta de la Sagrada Familia. Cada vida es un don de Dios.
     Todo mundo ama a los BEBÉS. Este video se trata del tráiler de una película visualmente impactante. Sigue la pista a cuatro niños en todo el mundo, desde su primera respiración. Desde Mongolia a Namibia, a San Francisco, a Tokio, los bebés muestran la alegría de la vida.

martes, 28 de diciembre de 2010

¿Quién no ha escuchado este villancico?

       Todos lo hemos escuchado, y quizá podríamos cantarlo –con la voz que nos haya dado Dios- de memoria. Para no dejar pasar la oportunidad lo “posteo”, pensando en que el tiempo de Navidad dura hasta el día del Bautismo del Señor, en esta ocasión el 9 de enero próximo.


lunes, 27 de diciembre de 2010

Leer los evangelios

       ¿Quieres conocer a Jesucristo? Lee los evangelios. ¿Quieres conocer a Jesucristo? Lee a los profetas, y los demás libros del Antiguo Testamento, que lo anunciaron.
       La Biblia es algo más que literatura: es Palabra eterna de Dios. tuvo su validez hace tres mil años, cuando se empezó a escribir, y la sigue teniendo ahora que estamos a dos mil años de haberse escrito.
       Las palabras del Apóstol siguen siendo certeras: “Señor, ¿a quién iremos? Sólo tú tienes palabras de vida eterna” (Jn 6,68).
       Hoy celebramos al “discípulo amado”, a San Juan evangelista. Impactante su manera de exponer, su manera de enseñar teológicamente sobre Jesucristo, a quien entregó su corazón entero y joven, pues era un adolescente cuando Cristo le llamó. ¡Y fue el más fiel!

domingo, 26 de diciembre de 2010

La Sagrada Familia


       Asombro, en primer lugar, es lo que me produce considerar esta verdad de fe: que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad haya querido participar de nuestra naturaleza. La vida de nuestro Señor fue, antes de los tres años de su vida pública, la misma que la nuestra: trabajo durante el día –arduo y alegre-, conversación de las menudencias del día de los conocidos en los momentos de descanso, comida a determinadas horas del día, fatiga del cuerpo, dolor y enfermedad en determinados momentos…
       Luego, fe y confianza en este Dios que ha querido hacerse uno de nosotros, que se ha hecho tan cercano.
       Esperanza en que este Dios de misericordia, que ha querido compartir nuestra naturaleza y nuestros afanes, nos comprenderá y nos “premiará” por seguir con la labor que él nos asignó –la de cualquier hombre o mujer en una familia-.
       Jesús, José y María: os doy el corazón y el alma mía.
       Jesús, José y María: asistidme en mi última agonía.
       Jesús, José y María: expire en paz con vosotros el alma mía…

sábado, 25 de diciembre de 2010

¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

Nos felicitamos todos por el Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Nos felicitamos todos porque a todos nos tocado la salvación que empezó a ganarnos con su Encarnación. Nos felicitamos todos porque Cristo es nuestro Hermano, y nosotros ya formamos parte de la familia de Dios, al hacerse hombre Dios.

Deseo para cada uno de ustedes toda clase de bendiciones, pero sobre todo, que nazca nuevamente el Niño Dios en nuestro corazón.

jueves, 23 de diciembre de 2010

De peregrinos a la tumba del Santo Hermano Pedro

     Como escribí ayer, nos íbamos de peregrinación. Hemos sobrevivido a los 33 kilómetros de camino que dista Antigua Guatemala de Patzicía. Peregrinamos a la tumba del Santo Hermano Pedro, que se encuentra en la Iglesia de San Francisco El Grande. En total fuimos seis, los seminaristas y este cura, originarios de Patzicía.
     Iniciamos el camino cuando todavía no alumbraba el sol, un poco antes de las seis de la mañana. Una hora después pasamos viendo desde lejos “la Villa de Zaragoza”, y su nuevo templo, que sobresale en la vista del pueblo.  Desayunamos ya casi a las puertas de Chimaltenango, la cabecera departamental.
     Apuramos el paso, intentando llegar a medio día a nuestro destino, pero el cansancio se dejó sentir. En ciertas partes, sentimos el sol apretar sobre nuestras cabezas. No llevamos mucha cosa, pues era peregrinación de un día nada más. Los pies necesitaban protección, pues eran los que más sufrían; intentamos remediar ciertas dificultades. Además, las calles empedradas de la Antigua Guatemala –patrimonio de la Humanidad– no eran precisamente alfombra para los pies. Logramos llegar a las 12:45 horas.
     Con los pies casi arrastrando y reventados de cansancio llegamos a arrodillarnos ante la tumba del Santo Hermano Pedro, originario de las Islas Canarias pero afincado aquí como misionero caritativo. En estas fechas próximas a la Navidad me he recordado que fue quien promovió la devoción de los Nacimientos en Guatemala. Hemos encomendado a este Santo todas las intenciones que llevamos en el corazón, muchas de ellas “las de siempre”, pero había algunas especiales, que confío a su intercesión.
     En vista de la poca facilidad para celebrar la Santa Misa fuera del horario en esa Iglesia, lo hemos hecho después en Patzicía. Al terminar, me dijeron los seminaristas: “¿Cuándo volvemos a repetir?” Les respondí: “Ya veremos; pero no hoy ni mañana…”


Nuestro primer breve descanso: en el entronque de Zaragoza

A paso rápido, a medio camino.

Ya en Antigua Guatemala, ante la iglesia de la Merced, un icono de la ciudad colonial.

Ante la iglesia de San Francisco, iglesia que guarda los restos del Santo


La tumba del Santo

El Santo Hermano Pedro

miércoles, 22 de diciembre de 2010

De peregrinación...

     Escribo temprano esta nota. Unos cuantos, cinco en principio, iremos de peregrinación al sepulcro del Santo Hermano Pedro, en la iglesia de San Francisco de la Antigua Guatemala. Serán un poco más de 30 kilómetros los que haremos. Espero que la juventud se me contagie un poco y pueda hacerlos sin dificultad. Encomendaré a los lectores de mi blog y sus intenciones, además de muchas otras intenciones que llevo en mi corazón. Un saludo y les pido nos encomienden.

martes, 21 de diciembre de 2010

Un discurso perpetuamente válido

       Me parece que la película “Su Excelencia” de Cantinflas es del año 1966.
       En ella hay un discurso político maravilloso, que aboga por la dignidad de la persona y la libertad en la propia manera de pensar, buscando el bien común.
       Su manera de hacer película le valido el cariño a este personaje cómico, pero que dentro de su desenvolvimiento humorístico ha dejado lección de humanidad. Espero que les guste el video.




lunes, 20 de diciembre de 2010

Visita a un


Ayer, domingo, visité y felicité a mi hermano, que ha cumplido su primer año de ordenado. Los feligreses han mostrado su cariño y su adherencia, lo que un pastor agradece siempre.


La segunda de las dos Misas que me tocó celebrar la tuve en un asilo de ancianos, atendido por las Hermanas de la Caridad, de la Madre Teresa de Calcuta. La Comunidad, que está en la zona 7 de Guatemala, se compone de cinco Hermanas, dos postulantes y una prepostulante. Con el personal que les ayudan, atienden a unos 70 ancianos, ancianos que no tienen familia.

“Unas mujeres de hierro” comentó alguien del grupo, pues se ven mujeres muy trabajadoras, pero también imbuidas en Dios. Les he preguntado y me han dicho que no tienen muchas vocaciones. Les prometí rezar por ellas y por un aumento de vocaciones suyas, a la vez que les pedí que rezaran por los sacerdotes y por los Seminarios.

sábado, 18 de diciembre de 2010

El folklore de los pueblos de Guatemala

       Les contaba que el anterior fin de semana estuve en Izabal, en la ordenación de cuatro nuevos presbíteros y en la Primera Misa de uno de ellos.
       Así como en otros pueblos, especialmente del altiplano guatemalteco, la marimba de tecomates es el instrumento tradicional, en Izabal vi otras expresiones. Éste es el caso de estos instrumentos de cuerda –uno de ellos también de percusión– ejecutados por los kekchís de la aldea del P. Juan Sub –Choconsito, Izabal–. Un saludo cordial a los izabalenses.


viernes, 17 de diciembre de 2010

Sobre los antepasados de Jesús según la carne

       En la liturgia del Adviento hay dos etapas. Comenzamos la segunda, a partir de este día 17. En el evangelio de la Misa hemos escuchado la genealogía de Jesús, según nos muestra San Mateo (1,1-17).
       Para el pueblo de Israel, guardar la lista de sus antepasados –el árbol genealógico– es muy importante. En su comienzo, Israel no tiene tierra a la que estaban unidos –Dios se la dio como parte de la promesa a Abraham–, más bien, la identidad de una persona estaba especialmente ligada a la familia y la tribu. Además, por la sangre estaban orgullosamente unidos al pueblo elegido por Dios.
       En fin, la lista que presenta san Mateo de los antepasados de Jesús, se divide (v. 17) en tres grupos de catorce nombres y generaciones. ¿Por qué catorce? Una respuesta posible es que el evangelista concede gran importancia al hecho de que el Mesías –que es Jesucristo– es hijo de David.
       David, en hebreo, se escribe con tres letras, como se muestra abajo, y cada letra tiene un valor numérico; sumando los números vienen a dar catorce.


jueves, 16 de diciembre de 2010

Ordenación de vocaciones nativas

La foto no corresponde a este suceso que reseño.

       El domingo pasado tuve el privilegio de predicar en una Primera Misa. Se ordenaron cuatro nuevos presbíteros para la Iglesia en el Vicariato de Izabal, una Iglesia muy necesitada como es usual en estos lares mesoamericanos. Prediqué en la Primera Misa del nuevo P. Juan Sub, en su aldea llamada “Choconsito”, en Río Dulce.
       El P. Juan Sub es de habla kekchi’, una de las 23 lenguas nativas de Guatemala. Si hemos tenido la inestimable ayuda de muchos misioneros, ya es hora de que de familias nativas surjan las nuevas vocaciones sacerdotales para este pueblo.
       En mi predicación dije: Matiox chawe’, P. Juan, ruma xab’ij ja’e’ chre ri Ajaw toq xaroyojpe. Janila ni rayij chi k’iy ta alab’o’ chuqa xtani’ e qawinaq, yech’o pa qach’ab’äl, ya ti kojqajpe, chuqa ni kisipaj ri kik’aslen chre ri Ajaw richi ye samäj pa rub’i’n. “Gracias, P. Juan, por decir que “sí” cuando Dios te ha llamado. ¡Cuánto me gustaría que muchos jóvenes y señoritas indígenas, que hablan en nuestra lengua, te siguieran en esta respuesta y le entregaran su vida a Dios para trabajar en su nombre!”

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La Esperanza en el Adviento

       La liturgia nos invita a avivar la virtud de la esperanza durante este tiempo de Adviento.
       Pero, esperanza ¿en qué? No hay razones humanas más que las iluminadas por la luz de Dios. Esperanza en la venida del Señor, no sólo como recuerdo de su primera venida sino esperanza viva en su segunda venida. Veniet Dominus et non tardabit, et illuminabit abscondita tenebrarum, et manifestabit se ad omnes gentes –El Señor vendrá y no tardará, iluminará lo escondido por las tinieblas y se manifetará a todos (Antífona de entrada).
       Para quien tiene fe, no le hacen falta razones científicas para “mostrarle” esta certeza, ni tampoco milagros para probarla.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Otro video para preparar la JMJ 2011

       La juventud necesita de actividades que le incentiven a vivir y a mostrar su fe. Ése es uno de los objetivos de las Jornadas de la Juventud. La Jornada Mundial del próximo año, que tendrá lugar en Madrid, goza de mucha expectativa. Tengo noticia de que algunos de Guatemala viajarán a tan gran encuentro a nivel mundial. Encomendamos la buena marcha de su preparación y su ya próxima realización, en la tierra tan querida de España.


domingo, 12 de diciembre de 2010

Concerto pour deux voix

       Dos voces extraordinarias las de Clémence y Jean-Baptiste Maunier, para deleite de los amantes de la buena música. 

sábado, 11 de diciembre de 2010

Un bautismo de emergencia

       Era como a las nueve de la mañana, del viernes de la semana pasada. Estaba con el tiempo un poco apretado. “–Padre, hay un señor fuera que dice que su nieto, que está en el hospital, necesita ser bautizado”.
       Mientras íbamos de camino me explicaba que fue él quien se lo sugirió a sus papás, que mostraron alegría por la propuesta. En sus palabras se mostraba de mucha fe y sabedor de la doctrina.
       Llegué al sitio; estaban dando al niño respiración artificial. Al preguntar por el nombre con que le habían registrado me dijeron que no lo tenía: a los recién nacidos los anotaban como “hijo de fulano y de fulana”. El abuelo me sugirió un nombre; yo les sugerí otro, pensando en el santo del día en que nació. Al final, quisieron que lo bautizáramos como Martín, en honor de San Martín de Tours (11 de noviembre). Estuvieron los padres y el abuelo; éste ejerció de padrino.
       ¿Habrá sobrevivido el niño? Querían bautizarlo inmediatamente porque se lo llevarían a otro hospital. El abuelo y los papás querían que, en caso de que no sobreviviera, Martín tuviera asegurada la entrada al Cielo. ¡Bendita fe de nuestra gente!

viernes, 10 de diciembre de 2010

¿Qué estará pasando?

       El martes, que tenía planeado emplear el tiempo en otros menesteres, vinieron, durante toda la mañana, unas quince personas para confesarse. Ayer, vinieron otras diez u once… Hoy…, no lo sé, porque he estado de viaje.
       Por un lado, me alegra que se confiesen, porque aprecian y tienen fe en este Sacramento –también  han dicho algunos que prefieren venir a confesarse con los sacerdotes del Seminario, porque “confiesan bien”, dice esta gente sencilla–. Pero, por otro, tenemos otras obligaciones que quedan pendientes por atenderles…
       A ver si tiene alguna solución… ¿Habrá que pensar en una “solución”?

jueves, 9 de diciembre de 2010

Cuatro nuevos sacerdotes para la Diócesis

       Ayer hubo Ordenación de cuatro nuevos presbíteros para la Diócesis de Sololá –ojalá no nos acostumbremos a estas caricias de Dios–, en la Concatedral de Santa Ana de Chimaltenango. Estamos a la espera del 15 de enero en que repetiremos esta fiesta con tres nuevos sacerdotes. que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y partícipe de la vida perfecta”.
       Especialmente emotivo es el agradecimiento que cada ordenado profesa al terminar la ceremonia. Nadie tuvo, como bromeaba uno de los ordenados, “corazón de pollo”, un corazón frío, porque cada uno agradeció con el corazón en la mano y con un nudo en la garganta.
       Momento emotivo, en el discurso de uno de ellos, fue el recuerdo de Mons. Eduardo Fuentes y del P. Juan Izquierdo. Lo fue también el recuerdo de otro, de su madre que ya está en el cielo; un tercero, al recordar las muestras de afecto de los seminaristas del Seminario Menor; el cuarto –uno con bigotes–, recordó que al acabar el Bachillerato en el Seminario Menor, su padre le expresó su deseo de que fuera médico, y que estudiara para eso: “… pero yo le dije que sentía la llamada de Dios. –Papa, ahora soy médico, pero médico de almas…”
       Felicito a los ordenados, que hoy y los siguientes días celebrarán su Primera Misa.


De izquierda a derecha: P. Leandro, P. Benigno, P. Rigoberto y P. Ronald


miércoles, 8 de diciembre de 2010

Novena a la Inmaculada: el reinado de María desde el Cielo

       Pura, sin mancha alguna, ha sido concebida la Madre del Cielo. Hoy celebramos ese acontecimiento del que pende la suerte de la creación entera, espectáculo inenarrable para criatura toda, especialmente de la corte celestial.
       “… el cuerpo de la Virgen María, la Madre de Dios, se mantuvo incorrupto y fue llevado al cielo, porque así lo pedía no sólo el hecho de su maternidad divina, sino también la peculiar santidad de su cuerpo virginal:
       ”Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo él santo, todo él casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que esté exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y partícipe de la vida perfecta”.
       Reina inmortal y gloriosa en el cielo, para bien de los hombres, sus hijos queridos. ¿No te alegra que la Reina del Cielo sea Madre tuya?

martes, 7 de diciembre de 2010

Novena a la Inmaculada: muerte de José y de Jesús

       “Ningún padre debería enterrar a su hijo”, escuchaba en alguna parte.
       ¿Qué tendrá ese enigma que el hombre no termina por acostumbrarse a él? ¿Qué ha de hacer para que deje de mostrarse como un misterio infranqueable? La fe.
       Cuando Jesús comenzó su vida pública, ya José había dejado de estar en la tierra con María y Jesús. Le conocemos como el “patrono de la buena muerte”, rodeado de María y de Jesús: así debe morir todo cristiano.
       La certeza de la vida eterna habrá aminorado la tristeza humana –es natural- que habrá podido sentir la Virgen, cuando José dejó este mundo. Sin embargo, la amargura de la pasión y muerte de Jesús fue una experiencia aterradora para la que amaba a Jesús, después de Dios, más que nadie en el mundo. La esperanza de la resurrección habrá atenuado en parte, pero no borrado, ese dolor.
       La muerte, desde entonces, ya no es misterio: es ese hilo que separa esta vida terrena de la eterna, un paso necesario.
       La Virgen nos ayude a prepararnos a ese momento definitivo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Novena a la Inmaculada: a la escucha de Jesús

Inmaculada Concepción (Tiépolo).

       “No le hable; ¡escúchele!”, fue el consejo de aquel director espiritual a su dirigido, ambos sacerdotes y santos. Nuestra oración ha sido tantas veces hablar y hablar, y pocas veces escuchar.
       María no se cansaba de contemplar a Jesús. Fue tomando el hábito sin esfuerzo, enamorado de su Hijo: desde la noche de su Nacimiento, embelesada del gran misterio de la encarnación del Hijo de Dios.
       “Mamá”, le oyó muchas veces a Jesús, palabra que llena el corazón de una mujer, tanto cuanto se dice con más conciencia. Después aquellas palabras que, al no comprenderlas pronto, guardó en su corazón: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?” (Lc 2,49).
       ¡Cuántas veces escuchó su predicación, ya en su vida pública! Un orgullo santo invadía su corazón cuando hablaba de cosas que fue aprendiendo en su hogar de Nazaret.
      “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Desde que escuchó estas palabras de labios de su Hijo, pendido en la Cruz, no deja de ejercer su maternal protección sobre sus hijos de adopción.
       ¡Pero cuántas más cosas escuchó de su Hijo que no quedaron escritas en el evangelio!
       Pero, para escuchar a Jesús, hace falta estar disponibles. Un ambiente propicio para hacerlo es el silencio.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Novena a la Inmaculada: la conversación de María

       ¿Habrá versado la conversación de María sobre las miríadas de ángeles y su especie? ¿Habrá preguntado a Jesús sobre su futuro? ¿Habrá hablado mal de un vecino?
       La voz de María, dulce y bien timbrada, transmitía paz y sosiego.
       Todas sus palabras eran edificantes. No gustaba de conversación negativa y del posible chismorreo de algunos. No admitía crítica de alguna persona. No protestó cuando vinieron la persecución, el cansancio, las críticas a su Hijo. Siempre concedió el perdón.
       No impuso su parecer, incluso cuando sabía que tenía la razón, iluminada por una luz interior especial. Es más, gustaba de escuchar a los demás: todos se sentían atentidos cuando conversaban con ella. Así la muestra san Lucas, confidente suyo: “conservaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón” (Lc 2,19.51). Además, aprovechaba para rezar por esa persona y trataba de acercarla a Dios.
       María, Madre mía, enséñame a hacer oración que es conversar contigo y con tu Hijo Jesús.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Novena a la Inmaculada: el trabajo de María

       Mujer de pueblo, María tiene un esposo y un Hijo a quienes servir. Había dicho muy conscientemente a aquél enviado del Cielo: “He aquí la esclava del Señor”. No se le ha olvidado y sirve alegremente. No añora otra vida ni soluciones milagrosas, pues estando con Jesús y con José lo tiene todo.
       Dentro de la pobreza de su situación, la dignidad y la limpieza reinan en su casa. Las cosas en su sitio, revelan que no hay distracción en quien las ha ordenado: incluso habrá recitado alguna oración a la hora de colocarlas.
       Hacer la comida es para la Reina del Cielo todo un arte, un arte divino: pone esmero en su preparación, incluso cuando le toca cocinar un plato muy sencillo como le deja la economía ajustada. No se permite derroches ni descuidos.
       La ropa, aunque a veces remendada una y más veces, la tiene limpia, ordenada en los cofres. Hay ropa de fiesta, reservada para los días especiales religiosas: todo en su vida tiene una dimensión religiosa.
       Laboriosa, su descanso era ver a Jesús. Cansada al final del día, ha ofrecido a Dios todas sus ocupaciones, porque es su Amor.
       La clave es ésta: hacer las cosas pequeñas con amor.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Novena a la Inmaculada: el hogar de María

       Han pasado los días hermosos del Nacimiento del Hijo de Dios; qué recuerdos más hermosos los de la adoración de los pastores y de los magos de Oriente; los días terribles de la persecución de Herodes y la huída a tierras lejanas han cedido. Comienza una nueva etapa.
       María se levanta temprano para preparar pronto el desayuno y tener todo a punto, para servir a José y a su Hijo, objeto de su alegría y de su amor. Ellos irán al taller para trabajar. Con los primeros pensamientos conscientes, después del sueño, rezan las Berakot (bendiciones a Dios) y el Šema Yišrael (“Escucha Israel…”). José, luego Jesús, saludan a María con el Šalom (“Paz”).
       En el almuerzo, después de bendecir a Dios por los alimentos, comentan animadamente las incidencias del día, noticias y preocupaciones propias y ajenas. Piensan en cómo ayudar a los demás.
       Caída la tarde, con el pensamiento en Dios, leen Su Palabra en familia. Se saben parte del pueblo elegido de Dios, conscientes de que en ellos se cumplen las promesas hechas a los padres.
       Cuánto me gustaría este ambiente, y se lo pido a Dios, para todas las familias del mundo, especialmente la de los conocidos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Novena a la Inmaculada: la gestación del Hijo de Dios

       Misterio insondable: el Hijo único del eterno Padre ha tomado carne, se ha hecho hombre como tú y yo. Humildad –que es “andar en verdad”– la de Dios: vino al mundo como cualquier ser humano: nueve meses en el seno materno, en el seno de una familia piadosa-judía.
       La Virgen María, renunciando al honor de contar entre su descendencia al Mesías prometido, después de la conversación divina con el Arcángel, empieza a sentir los cambios en su cuerpo. Verifica corporalmente lo que había creído: que va a ser madre.
       Vocación bendita de la mujer de poder dar vida a un nuevo ser, antes con el amor que con la pasión. Bendita normalidad de traer nuevas vidas al mundo que el Hijo de Dios optó por venir al mundo de la misma manera. Bendito sufrimiento de las madres que dan a luz –María estuvo eximida de él– que bien les vale el Cielo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Novena a la Inmaculada: el matrimonio con José

Inmaculada Concepción. Zurbarán.

       Dios inspiró, de alguna manera, en el corazón de María la decisión de reservarse enteramente, cuerpo y alma, para Dios: “¿Cómo será esto, pues no conozco varón?” (Lc 1,34).
       Se le ha presentado un dilema a la Virgen: ser madre o entregarse –mediante una promesa de virginidad– sólo para Dios. María quería ser fiel, no un día, sino siempre. Y se resuelve como se resuelve.
       Dios puso en su camino a José, hijo de Jacob, de la misma tribu de David. Un hombre joven, trabajador, piadoso, virtuoso –“justo”, en las palabras de la Escritura–. José se muestra un poco callado, tirando a la timidez, pero en sus ojos se reflejan la alegría, la fortaleza, la fe en Dios.
       Los dos, María y José, ilusionados, han preparado su boda, que ha llegado casi sorprendiéndoles. Todo el pueblo ha participado en la fiesta: siete días han sido. La bendición de Dios, la bendición de los padres –o los que hacen sus veces–.
       Ha sido un paso decisivo: compartirá el resto de su existencia con esta persona, y está segura de la Voluntad de Dios de que éste es el esposo que quiere para ella. Un padre así es el que necesitará el Hijo de Dios que se gesta en el seno virginal de María.