He estado celebrando la Santa Misa en el Oratorio de la Biblioteca Central, sustituyendo al capellán. En el anteoratorio hay un “libro de intenciones” y un bolígrafo; lo que lo desean apuntan allí sus intenciones para que sean encomendadas durante la Misa, aunque no se digan en público.
Ahora estamos en tiempo de exámenes finales –en el caso mío, de terminar trabajos y entregar la tesis– en la Universidad.
Dos intenciones han llamado mi atención. Supongo que la de un alumno, decía así: “por todos los exámenes, para que lleguemos sanos y salvos al día 22”, dando a entender que ese día terminan los exámenes, y que pueda tener buenos resultados. La otra intención rezaba así: “por la la calma y la prudencia de los estudiantes, en este tiempo de exámenes”; supongo que la escribió un profesor.
Es cierto, me recuerdo de otra intención, de unos días atrás: “por el buen resultado del examen de...; ¡pero ahora!” A ver si el Señor responde a los requerimientos exigentes de este amigo según su idea.
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