Hace ya algunos días que hemos pedido por
la salud de algunos sacerdotes mayores y enfermos. Lo hemos hecho por el P.
Gonzalo Herrera, que con 93 años, y después de una ardua labor ministerial, ha
dejado el trabajo pastoral parroquial y, en su casa de Antigua, está siendo
cuidado. Nos han comentado que está enfermo. Con denuedo y fortaleza ha
entregado sus años de sacerdote a nuestra Diócesis.
También nos hemos recordado de Mons.
Gregorio Schaffer, sacerdote de Minnesota, que lleva casi cincuenta años de
ministerio sacerdotal, casi en su totalidad gastados aquí, en la parroquia de
San Lucas Tolimán, en nuestra Diócesis. El P. Geovanny, que está al tanto, nos
ha contado que ahora está en agonía por un cáncer sufrido desde hace muchos
años. Edificante es escuchar que –según contaban los testigos-, en un momento
de conciencia, hablaba de esta manera: “Disculpen, pero debo ir a celebrar la
Misa”. Esto se repetía cada vez que despertaba. Dios le premiará abundantemente
por su abundante labor sacerdotal y social en bien de los “luqueños”.
P. Geraldo con su cruz "abacial" |
Quiero recordar ahora, también, al Padre
Abad Geraldo Benker, monje benedictino, a quien tuve el honor de conocer en
mis años de Seminario Menor. Fue el primer Abad de Marmion (1947-1969), Illinois (USA). Falleció hace
algunos días y lo han enterrado ayer, martes, según nos informaron. Falleció teniendo 102 años de edad.
Un curita de los nuevos me comentó ayer,
con la fiesta de los XXV años sacerdotales del P. Tanix: “¡Cuándo llegaré yo a
los 25 años de sacerdote, cuando apenas voy en el primero!”
Tiempo al tiempo, día a día de fidelidad. Como
lo he exclamado en otras ocasiones: ¡hay tanta santidad y fidelidad en la
Iglesia!
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