Me lo confesaba un alumno mío, el día de
hoy, en unas clases sobre Gn 2-3 y el tema del pecado: que a la gente llana
resultaba muy duro el mandato impuesto por Dios al hombre que contiene Gn
2,16-17. Parece que al hombre ya se le coarta la libertad.
Aunque siempre ha existido la tentación,
en la Edad Moderna la atención se volcó sobre el hombre, y se le exaltó de tal
manera que llegó a constituirse como centro del universo, incluso desplazó a
Dios de su solio.
El principio filosófico de Protágoras (s.
V a.C.) cobró actualidad en esta época moderna y, en nuestros días, es un
principio más que filosófico, práctico: “el hombre es la medida de todas las
cosas”. ¡Qué buen principio para fines egoístas! Repito: se presta para hacer
lo que a mí me da la gana, que no haya quien me imponga las reglas.
A mi parecer, la raíz de los grandes
problemas que aquejan a nuestro mundo actual es la falta de conocimiento de la
antropología, es decir, quién es el hombre y por qué y cómo fue creado. El ser
del hombre constituye una maravilla, el culmen de la creación como nos revela
el libro del Génesis, pero hay que tener presente que es una creatura, y que su
libertad no es absoluta sino es una libertad de creatura, es decir, una
libertad limitada.
La tentación sigue latente, y el Tentador
lo plantea a cada miembro de la raza humana: “serás como Dios”, que puede
decidir qué es lo bueno y lo malo, cambiar el fundamento -¡incluso el ser!- de
las cosas. Nos damos de narices cuando topamos con nuestra impotencia, cuando
nos desengañamos quizá por nuestras caídas.
En fin, pensaba escribir sólo poquitas
líneas...
Son muy iluminadores los tratados escritos por San Agustin al respecto. Recomiendo que se lea en especial el "De gratia et libero arbitrio" o "De correptione et gratia", ambas traducidas al español por la BAC, en ESCRITOS ANTIPELAGIANOS VI (1).
ResponderEliminarGracias por la aportación y la bibliografía, P. Tomás, lo tendremos muy en cuenta. Además, gracias por leer este blog. Saludos hasta la Ciudad Eterna.
ResponderEliminarClaro que estoy muy pendiente. Animo en todo el trabajo en los Seminarios. TAmbien yo sigo encomendando.
ResponderEliminarLa raíz de todos los males no creo que sea porque no conozca el estudio o estudios de la antropología, creo que el alumno se quedo como vino con su problema sobre su pecado.
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