Una semana antes de la fiesta de la
Conversión del Apóstol San Pablo da inicio este “Octavario de oración por la
unidad de los cristianos”. De entrada, pues, te pido que encomiendes esta
intención, ya que todos estamos implicados. ¿Qué tal rezar tan siquiera –como mínimo-
un Padrenuestro por esta intención? Supongo que podrías hacer algo más.
¿Te has puesto a pensar qué tan intensa
fue la oración de Cristo, cuando rezó: “que todos sean uno. Como tú, Padre, en
mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea
que tú me has enviado”? El evangelista Juan (17,20-26) lo sitúa en la intimidad
del Cenáculo, en la Última Cena, a manera de su testamento para los cristianos.
Piensa en qué parte te toca en esta tarea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario