Ésta es la fachada de la iglesia de Concepción, hermosa por fuera y por dentro. |
Después fui a visitar a un amigo convaleciente, después de un horrible accidente y la operación que necesitó. Junto con los médicos, él mismo reconoce que está vivo de milagro, no sólo porque el accidente no fue mortal sino que pudo ser tratado, aún la terrible complicación. Sí, decía que le daba gracias a Dios por el don de la vida.
Trabajo intelectual también ha habido abundante, pues estamos en los trabajosos pero apasionantes inicios de curso. Dios mediante todo esto tiene fruto delante de Dios.
Por cierto, al terminar la Santa Misa, entre los avisos, recordé a los feligreses que hemos comenzado hoy el OCTAVARIO de oración por la unidad de los cristianos. "Que sean uno", nos pide Jesús. Tengamos en cuenta esta intención durante esta semana.
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