Alegre grupo, como lo éramos entonces..., aunque ya del todo responsables... |
Me llamaron con tiempo para invitarme a la reunión que estaban organizando. El lugar de la reunión sería Panajachel, con tan admirable y bello paisaje lacustre. No sabía con certeza quiénes podrían llegar. A varios de mis compañeros hacía años que no había visto, a ver si los reconocería. Es natural que con los años que se nos han sumado, cada uno había encontrado su camino y había asentado cabeza... Compartimos recuerdos, noticias, apreciaciones.
Como término de la reunión subimos a mi casa, la misma que sirvió de escenario de nuestra formación como seminaristas menores. Claro, es sabido que el Seminario Menor de entonces se trasladó a Quetzaltenango, y el Seminario Mayor de la Diócesis se trasladó a Sololá, al mismo sitio que ocuparía el Seminario Menor dirigido por los benedictinos. Para mí es un privilegio repetir en este escenario, con toda la carga emotiva y de responsabilidad que conlleva este encargo de ser formador de los futuros sacerdotes.
Para sorpresa mía, he leído parte de los comentarios de antiguos amigos que han hecho a las fotos que subió Camilo al "Face". Me alegra el cariño que tienen al edificio pero, sobre todo, a nuestros antiguos formadores, los Padres Benedictinos, a quienes les debemos mucho de lo que ahora somos. Varios de ellos ya están en el Cielo. Por todo lo que hicieron, deben tener un "gran Cielo".
Si alguno de estos amigos aludidos leyera estas líneas, le enviamos un saludo cordial.
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