El siguiente se cumplirá el centenario de las apariciones de la Virgen María en la Cova de Iría (Cueva de la paz), en Fátima. Hoy estamos celebrando su fiesta.
Conocemos la historia: la Virgen María se apareció a tres niños que cuidaban el rebaño de sus padres (Lucía, Francisco y Jacinta). Dos eran hermanos y la otra (Lucía), prima. La Virgen trajo un mensaje: orar mucho por la conversión de los pecadores. O sea que no es un mensaje nuevo. Pero lo dio a conocer como apremiante.
Entre otras cosas, sabemos que le dio tanta importancia al rezo del Santo Rosario. Si antes era una práctica piadosa extendida, desde entonces se ha hecho más frecuente en la relación de los cristianos con Dios.
Ahora bien, ¿por qué se les apareció a los pastorcitos? ¿Eran "especiales"? Lo que hace grande a los pastorcitos -y a los que pueden recibir gracias tan extraordinarias como éstas- no es lo que hayan hecho antes, sino la fidelidad con que vivieron luego su vida cristiana. De hecho, Francisco y Jacinta fueron beatificados por su fidelidad -aunque de niños pero fidelidad plena y heroica- a Dios en todos los días de su vida.
Me parece que esto sería conveniente que lo recordemos.
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