Este fin de semana, los alumnos del Seminario, por grupos, salieron de excursión; algunos formadores nos sumamos a la actividad. Algunos incursionaron por el lago de Atitlán, en Sololá. Esa maravilla de la naturaleza es gratificante, pero por descuido la podemos perder.
¿Qué podría hacer cada uno para ayudar a esta causa? Incluso lo más pequeño puede ayudar: no botar basura en cualquier sitio, usar solo el agua necesaria, no usar plástico si está en nuestra manos, hacer conciencia de cuidar la naturaleza, pedir a las autoridades que ejerzan estos proyectos de ayuda directa al lago...
La vocación de Guatemala, me parece, es el ecoturismo, ya que Dios nos ha regalado una patria tan naturalmente bella.
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