Mi cuenta pendiente era hacer eco al mensaje del Santo Padre para la Cuaresma.
Da gusto leer los mensajes del Santo Padre; algo que aprecio es su sentido común. Alguien ha dicho que el “sentido común” es “el menos común de los sentidos”.
El tema del mensaje es la justicia. Tomando pie del concepto jurídico clásico –dare cuique suum, dar a cada uno lo que es suyo–, repara en que este sentido de la justicia distributiva no alcanza a subir por sí mismo al nivel teológico de la “justicia” en el pensamiento bíblico. La justicia y la justificación del hombre (cfr. Rm 3,21-25) hacen referencia a la santidad de Dios y a la salvación del hombre llevada a cabo en el perdón gratuito mediante la entrega de Jesucristo. Jesucristo ha pagado por nuestros pecados.
La injusticia, dice el Santo Padre, viene del corazón, de donde salen las malas intenciones (cfr. Mc 7,15-20-21). De ahí que la verdadera injusticia es el pecado, y su remedio es la conversión y el amor.
La justicia, pues, está lejos de la autosatisfacción y la autorealización personal sino en el amor.
Bueno, les dejo con estos pensamientos. ¿Alguna palabra podrá ayudarnos? Desde luego, me refiero a las palabras mías, porque las del Santo Padre siempre lo hacen. Para leer íntegro el mensaje del Santo Padre
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