Ningún siervo puede servir a dos amos, porque o
bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará
caso del segundo (Lc 16,9-15).
Jesús, esto que cuentas se entiende muy bien. A veces,
cuando jugamos a policías y ladrones siempre hay alguno que hace trampa, hace
el doble juego, agente doble: poli y ladrón a la vez. Quiere llevarse bien con
todos y, al final, todo el mundo se enoja. Jesús, soy tu amigo y me quieres del
todo, sin compartir. Reconócelo: estás celoso de mi cariño —como le pasa a mi
hermana pequeña— y no quieres por nada del mundo que nadie pueda hacerme daño.
Me quieres con ¡exclusividad!
▶▶Ante
ese cariño de Jesús por mí ¿correspondo?
El que es de fiar en lo menudo también en lo
importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo
importante es honrado (Lc 16,9-15).
Jesús, ¡te quiero! Pero
a veces, antes que a Ti, prefiero: ver un programa de la tele, escuchar una
conversación borderline, pasar un ratito más en la cama, hacer enojar a mis
papás, olvidarme de hacer el 3+2, reírme de los más débiles…. Jesús ¿te quiero? El que es de fiar en lo menudo también en lo importante
es de fiar. Es en lo pequeño donde se demuestra el amor.
▶▶¿Soy de
fiar en lo pequeño? ¿En lo menudo? ¿En lo que solo ve Dios?
Propósito: ser un tipo de confianza.
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