Esta expresión para referirse a la
imaginación, lo saben, es de Santa Teresa. Si todos hemos experimentado su
frecuente extravío, pocos son los que logran tenerla sujeta, para que sirva
para lo que debe servir.
No sé ustedes, pero yo tengo continuas
batallas diarias para no dejarme llevar por los viajes que me prepara “cada dos
por tres”, especialmente cuando estoy en la oración. En mi oración de hoy,
también tocó.
Para quien escribe literatura le puede
ayudar mucho. También, ciertamente, en la oración, pero hay que saber
conducirla.
Me parece que es un indicio claro, a
manera de un termómetro, para medir si somos señores de nuestros sentidos. ¿Te
dejas llevar frecuentemente por la imaginación?
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