¿A quién no le gusta los regalos? Me parece que a la gran mayoría le encanta recibir un regalo. Me fijé en un sobrino mío pequeño que vio primero a quien le tendía el regalo y luego, con gran ilusión, lo recibió. Luego se puso a abrirlo con gran ilusión y expresiones de contento.
El viernes pasado venía de viaje. Puse la radio, como contadas veces, y escuché una consideración sobre la Navidad. El locutor ponía las palabras en boca de Jesús, el "Cumpleañero". Entre otras líneas, decía más o menos: "mía era la fiesta y no fui invitado", "al cumpleañero se dan regalos y, en cambio, no recibí ninguno; al contrario, los regalos se los repartían entre ellos". Había también unas consideraciones sobre la forma de celebrarlo.
Por otro lado, hemos presenciado cómo los comercios y los medios de comunicación, han bombardeado, nuevamente, con ofertas para la Navidad. Todos, escuché por allí, gastan el dinero que no tienen o que se quedan debiendo.
No soy enemigo de los regalos, al contrario, me encantan, también en esta época. Pero, cuidemos de no caer en este ambiente de consumismo... No es necesario gastar tanto para ello.
Al hilo del Año de la Misericordia que ya estamos viviendo, ayudemos a los demás, especialmente a los más necesitados de misericordia.
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