Hoy conocí a dos personas más, una es sacerdote en edad madura. Congeniamos espléndidamente. Si continúa el trato, podrían llegar a ser grandes amigos. Por supuesto, depende de la otra parte, pero en gran medida depende de uno mismo de como trate a las personas. Me recuerdo de aquel amigo que decía que tenía muchos amigos, pero en realidad eran "conocidos". Yo sí me considero amigo suyo.
Desde luego que he encomendado las intenciones de estas personas que me han cedido su confianza. Y agradezco su acercamiento.
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