sábado, 9 de junio de 2012

Acordarse de Dios


     Mientras caminaba por un pasillo, me encontré a una señora, a quien oí exclamar:
     “¡Un sacerdote...!, ¡...en un hospital...!”, y se persignó...
     No sé si le sugirió la idea de que alguien se estaba muriendo en el hospital, pero al menos se recordó de algo más allá de lo meramente humano.
     Aunque a algunos les moleste el traje sacerdotal –no se pide más que un alzacuellos y un cierto porte sacerdotal, digno, por supuesto-, ayuda a muchas personas a recordarse de Dios.
     Total..., ¿para qué es un sacerdote?

2 comentarios:

  1. Muy bueno. De mis pocos años de vida sacerdotal cada vez estoy convencido que es cuestion de madurez para asumir con aprecio lo que supone ser sacerdote y vencer todo temor para reflejar la identidad sacerdotal.

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  2. Pues si, si el sacerdote no sirve para acercar a Dios, no sirve para nada.

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