viernes, 22 de junio de 2012

Recibir y dar: multiplicar


     Estos días he estado compartiendo, en convivencia, con unos sacerdotes, un tiempo de piedad, formación y descanso. Nos hemos alegrado mucho haciendo cosas en común, desde la celebración de la Santa Misa, hasta las más ordinarias de comer, jugar al futbol y estudiar. Nos hemos reído un montón y vuelto a ilusionar con nuestro sacerdocio. Siempre hacen falta estos tiempos de descanso para recargar las pilas...
Dar fruto, abundante como esta planta de café.
     Hoy me estoy disponiendo a volver a mi trabajo ordinario. En un ámbito distinto –o complementario, podría decir-, pero se puede aplicar muy bien al sacerdocio, me he planteado una cuestión: es claro que el don del sacerdocio ministerial ya me ha sido conferido una sola vez –en el momento de la Ordenación-, pero ¿podría  crecer más en entrega? La respuesta es obviamente afirmativa. Pero, ¿bastaría con “retenerla” o hace falta hacer fructificar ese don? La respuesta es también obvia.
     A todos se nos puede aplicar: no se trata sólo de haber recibido dones, sino que hay que hacerlos fructificar. Y tú, ¿cómo haces multiplicar esos dones para servir a los demás en lo que respecta a Dios y la vida de piedad?

2 comentarios:

  1. Espero que sus vacaciones por el Salvador haya sido muy fructifera y ahora a empezar de nuevo en la formacion

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  2. Que inicién con ganas el nuevo semestre ¡Feliz fiesta de San Juan!

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