¡Todas son buenas noticias!, pero algunas
sobresalen debido a que aparecen pocas veces o constituyen como corona de la
labor ordinaria. Las fotos que he tomado del blog del Seminario de Sololá
indican a lo que me refiero: el agasajo que se ha hecho a los que se van a
ordenar el próximo 17 de noviembre (serán 6 sacerdotes y un diácono nuevos) y
los que terminan su formación este año en el Seminario y ¡volarán a explorar el
mundo y a trabajar por las almas!, aunque su formación continuará, ciertamente.
¿Qué sentirán cuando abandonen esta casa
que ha sido la suya durante siete años? Sus compañeros de vida cambiarán a
partir de la otra semana. ¡Cuántos recuerdos de estos años les acompañarán! Aunque,
ciertamente, ésta seguirá siendo su casa.
Por parte de los que humildemente hemos
ayudado –tantos lo han hecho de diversas maneras- para que se formen sentimos
gran alegría por ellos.
El día de ayer ha sido de festejo, ya que,
además de la cena en la que fueron protagonistas los de Cuarto de Teología (los
que acaban), también recibieron la Admisión a Órdenes: Juan Guerra, Antonio
Tacaxoy y Diego Mendoza. Además, Benedicto, nuestro seminarista hondureño,
recibió el Ministerio del Acolitado.
Desde luego, el agradecimiento va a Dios,
en primer lugar. ¡Sigue actuando!
Los "admitidos" a Órdenes. |
El Obispo, concelebrantes y seminaristas que dieron un paso más en su itinerario ritual hacia el sacerdocio. |
En la cena, los formadores y los alumnos de Cuarto de Teología. |
El día viernes hubo un almuerzo y una tertulia con los que serán ordenados el próximo 17 de noviembre, acompañados por mí (a la izquierda) y el P. Víctor (al centro). Faltaron dos diáconos. |
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