Magnífico detalle de la Inmaculada, de Tiépolo
El corazón de una madre, entre tantas cualidades que tiene, “sabe” que su hijo llegará a ser “algo” o “alguien”, y que por eso debe cuidarlo. “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer”, había escuchado.
Y en el caso de las madres que tienen un hijo sacerdote, no es que amen más a este hijo sacerdote; simplemente lo aman de otra forma, aunque no sepan expresarlo con palabras. Tienen un trato especial con él, lo acompañan, rezan continuamente por él.
María es Madre de los sacerdotes, su predilección por ellos es más excelso. “Sabe” Ella que ha nacido un nuevo sacerdote “en potencia”, lo sigue con cariño, lo protege de peligros que sólo en el Cielo este “susodicho” sabrá.
Le pido a la Virgen, en este sábado y en este mes de mayo, que guarde en el amor, en la santidad y en la fidelidad a todos sus hijos sacerdotes.
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