Jesús y la samaritana (Jn 4). |
Jesús tuvo sed. Tantos siguen teniendo sed porque no tienen agua a disposición. Tantos que tenemos agua la mal usamos y desperdiciamos. Además, estamos gastando los árboles que nos proveen del vital líquido. Ojalá seamos conscientes, pues la naturaleza nos pasa factura.
"Tengo sed". Mas la sed de Jesús va más allá de la necesidad física: Él tiene sed de almas, tiene sed de nuestra salvación. Dios nos sigue buscando.
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