domingo, 19 de marzo de 2017

Jesús y la samaritana

Jesús y la samaritana (Jn 4).
     Como escribe Mons. Bacarreza (aquí), la Liturgia nos va llevando de la mano para descubrir quién es Jesús. Hace una semana nos dijo la voz del Padre que Jesús es su Hijo amado y que debíamos escucharlo. Ahora nos revela que Jesús es el Mesías esperado y es quien nos lo revelará todo (Jn 4). Por eso, la exhortación sigue en pie: sigamos escuchándolo.

     Jesús tuvo sed. Tantos siguen teniendo sed porque no tienen agua a disposición. Tantos que tenemos agua la mal usamos y desperdiciamos. Además, estamos gastando los árboles que nos proveen del vital líquido. Ojalá seamos conscientes, pues la naturaleza nos pasa factura.

     "Tengo sed". Mas la sed de Jesús va más allá de la necesidad física: Él tiene sed de almas, tiene sed de nuestra salvación. Dios nos sigue buscando.

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