jueves, 25 de diciembre de 2014

¡Feliz Navidad!


    Una vez más estamos en la Navidad, con gran alegría. Todos estábamos preparándonos para que la historia no se repita: "no había sitio para ellos en la posada"...

     A un sobrino mío de 19 meses, sus padres le "explicaban" que hoy era el cumpleaños de Jesús. Ha aprendido a tirarle besos a Jesús desde la distancia...

     La mejor manera de vivir esta Navidad es en familia, en la medida en que se puede. Aunque la familia a veces cambia... Regularmente es la familia de sangre, pero otras veces la familia crece o se transforma. Cuántas veces lo experimenta un sacerdote.

    Algunos de los afanes nuestros para esta Navidad han de ser la paz y la reconciliación, pues Dios ha reconciliado consigo al género humano. La verdad, este tiempo invita como por ósmosis a buscar la reconciliación con los que convivimos, más cercanos o un poco menos...

    También es natural pensar en confrontar nuestra vida con la de Jesús y ver cómo vivimos la virtud de la pobreza, pues el mundo nos invita muchas veces a celebrar la Navidad COMPRANDO...

    Al Divino Niño le pido por todas las familias, la suya y la mía, la de los que lean estas letras y Dios conoce; que Dios les bendiga con abundantes gracias.

¡FELIZ NAVIDAD!

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