Las palabras del Papa en la Basílica de Letrán (9-XI), Misa en la que consagró a un nuevo Obispo, constituyen un programa de vida para todos los sacerdotes: tenemos la misión de servir -no es un honor-, cuidar la formación de sacerdotes y seminaristas, cuidar la homilía, que ayude a mejorar la vida cristiana, y practicar la misericordia.
Sigamos encomendando al Santo Padre.
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