Me sorprende que, a diez años de la conquista de Tenochtitlán por parte de los españoles (1531) y, enhorabuena, comenzara la evangelización, la Virgen se apareciera. Entonces, como ahora, la Virgen insufla y empuja la evangelización en nuestros pueblos.
También la Virgen elige como emisarios suyos a gente sencilla y humilde, como Juan Diego. Como él mismo argumentaba, por su humildad, que por qué no escogía la Virgen a mensajeros más "dignos" y "creíbles", Ella insiste en hacerlo por ese medio, quizá siguiendo la preferencia divina formulada por san Pablo: "Dios escogió lo débil del mundo para avergonzar a los fuertes" (1Co 1,27).
No dejemos de dirigirnos a la Virgen, pues es camino seguro a Jesús.
Si quieren ver completa la película, pueden hacerlo aquí.
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