lunes, 5 de diciembre de 2011

6o día de la Novena a la Inmaculada

"La piedad", de Miguel Ángel

     Iuxta Crucem Lacrimosa
     “En [María] Dios graba su propia imagen, la imagen de Aquel que sigue a la oveja perdida hasta las montañas y hasta los espinos y abrojos de los pecados de este mundo, dejándose herir por la corona de espinas de estos pecados, para tomar la oveja sobre sus hombros y llevarla a casa. Como Madre que se compadece, María es la figura anticipada y el retrato permanente del Hijo. Y así vemos que también la imagen de la Dolorosa, de la Madre que comparte el sufrimiento y el amor, es una verdadera imagen de la Inmaculada” (Benedicto XVI, Homilía, 8-12-2005).
     “La vida de los santos no comprende sólo su biografía terrena, sino también su vida y actuación en Dios después de la muerte. En los santos es evidente que quien va hacia Dios no se aleja de los hombres, sino que se hace realmente cercano a ellos. En nadie lo vemos mejor que en María. La palabra del Crucificado al discípulo –a Juan y, por medio de él, a todos los discípulos de Jesús: ‘Ahí tienes a tu madre’ (Jn 19,27)- se hace de nuevo verdadera en cada generación. María se ha convertido efectivamente en Madre de todos los creyentes. A su bondad materna, así como a su pureza y belleza virginal, se dirigen los hombres de todos los tiempos y de todas las partes del mundo en sus necesidades y esperanzas, en sus alegría y contratiempos, en su soledad y en su convivencia” (Benedicto XVI, Deus Caritas est, 42).

Ésta es mi tierra (la marimba)

     Recientemente la marimba ha sido incluida entre los símbolos patrios de nuestra querida Guatemala.
     Aunque las composiciones para marimba no estén a la altura de las grandes genialidades de Mozart, Bach..., sin embargo son de gran altura artística. Aun así, a un guatemalteco, cuando escucha las notas de la marimba -especialmente los que están en el extranjero- siente movérsele el corazón a su compás.
     El presente video es de un concierto de marimba ofrecido por la Marimba de Bellas Artes; la pieza se titula "Llegarás a quererme".

domingo, 4 de diciembre de 2011

Encuentro de Universitarios en el Seminario

Logo del grupo organizador

     Tuve la gran oportunidad, hace relativamente poco tiempo, de hacer estudios universitarios, y me encanta el tema de intentar dar respuesta, con razonamientos, a lo que el mundo profano, a veces con alevosía, cuestiona.
     El día de ayer hubo en el Seminario un Encuentro Diocesano de Universitarios, con la esperanza de ser el primero de todos los que se puedan. La actividad fue promovida por un grupo de seminaristas que, durante el curso académico, compatibilizaron estudios universitarios –en plan fin de semana- con los estudios institucionales que se imparten en el Seminario. En total vinieron unos cuarenta jóvenes. Una mañana de Santa Misa, conferencia, reuniones, intercambio de impresiones...
     ¿Puede ser razonable la fe? No sólo puede, sino que es razonable. Pero, hace falta..., ¡claro!, hace falta ESTUDIO. Si los universitarios estudian también su fe, como debería ser, no tendrían miedo a nada ni a nadie que, a veces con insolencia, les haga de menos, sólo porque son creyentes.
     Felicidades a los organizadores, y que se animen los universitarios –un verdadero reto- a estudiar los fundamentos de su fe, especialmente contenidos en la Liturgia y en el Catecismo.

5o día de la Novena a la Inmaculada


     “No temas, María”
     “Podemos imaginar que en distintas situaciones la Virgen recordaría esta palabra [del ángel: ‘No temas, María’ (Lc 1,30)], la volvería a escuchar. En el momento en que Simeón le dice: ‘Este hijo tuyo será un signo de contradicción y una espada te traspasará el corazón’, en ese momento en que podía invadirla el temor, María recuerda la palabra del ángel, vuelve a oír su eco en su interior: ‘No temas, Dios te lleva’. Luego, cuando durante la vida pública se desencadenan las contradicciones en torno a Jesús, y muchos dicen: ‘Está loco’, ella vuelve a oír: ‘No temas’ y sigue adelante. Por último, en el encuentro camino del Calvario y luego al pie de la cruz, cuando parece que todo ha acabado, ella oye una vez más la palabra del ángel: ‘No temas’. Y así, con entereza, está al lado de su Hijo moribundo y, sostenida por la fe, va hacia la Resurrección, hacia Pentecostés, hacia la fundación de la nueva familia de la Iglesia” (Benedicto XVI, Homilía, 18-12-2005).

sábado, 3 de diciembre de 2011

4o día de la Novena a la Inmaculada


     La Purificación de María y la Presentación del Niño en el Templo (cfr. Lc 2,22-28).
     “La primera persona que se asocia a Cristo en el camino de la obediencia, de la fe probada y del dolor compartido es su madre, María. El texto evangélico nos la muestra en el acto de ofrecer a su Hijo: una ofrenda incondicional que la implica personalmente: María es Madre de Aquel que es ‘gloria de su pueblo, Israel’ y ‘luz para alumbrar a las naciones’, pero también ‘signo de contradicción’ (cf. Lc 2,32.34). Y a ella misma la espada del dolor le traspasará su alma inmaculada, mostrando así que su papel en la historia de la salvación no termina en el misterio de la Encarnación, sino que se completa con la amorosa y dolorosa participación en la muerte y resurrección de su Hijo. Al llevar a su Hijo a Jerusalén, la Virgen Madre lo ofrece a Dios como verdadero Cordero que quita el pecado del mundo; lo pone en manos de Simeón y Ana como anuncio de redención; lo presenta a todos como luz para avanzar por el camino seguro de la verdad y el amor” (Benedicto XVI, Homilía, 2-2-2006).
     “En la memoria de su Presentación en el Templo, contemplaremos [a María] como Madre y modelo de la Iglesia, que reúne en sí ambas vocaciones: a la virginidad y al matrimonio, a la vida contemplativa y a la activa” (Benedicto XVI, Ángelus, 19-11-2006).

viernes, 2 de diciembre de 2011

Volcanes de Guatemala

     Los volcanes de Guatemala (tiene más de veinte) son una atracción turística; son imponentes. Mientras regresaba de viaje, hice esta foto, en la que se nota la silueta de los volcanes de Fuego (izquierda) y de Acatenango, con el resplandor del sol poniéndose detrás de ellos. Mis ojos percibieron mejor la maravilla del momento, lo que mi humilde cámara no tanto.

3er día de la Novena a la Inmaculada

     
     El Nacimiento de Jesús en Belén (cfr. Lc 1,27ss.; Mt 1,18ss.)
     “Para transformar el mundo, Dios eligió a una humilde joven de una aldea de Galilea, María de Nazaret, y le dirigió este saludo: ‘Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo’. En estas palabras está el secreto de la auténtica Navidad. Dios las repite a la Iglesia, a cada uno de nosotros: ‘Alegraos, el Señor está cerca’. Con la ayuda de María, entreguémonos nosotros mismos, con humildad y valentía, para que le mundo reciba a Cristo, que es el manantial de la verdadera alegría” (Benedicto XVI, Ángelus, 17-12-2006).
     “Madre es la mujer que da la vida, pero también ayuda y enseña a vivir. María es Madre, Madre de Jesús, al que dio su sangre, su cuerpo. Y ella nos presenta al Verbo eterno del Padre, que vino a habitar en medio de nosotros” (Benedicto XVI, Homilía, 31-12-2005).

jueves, 1 de diciembre de 2011

2o. día de la Novena a la Inmaculada

De Francisco Salzillo Alcarez

     La Visita de María a su prima Isabel (Cfr. Lc 1,39ss.).
     “La alegría se debe compartir siempre. Una alegría se debe comunicar. María corrió inmediatamente a comunicar su alegría a su prima Isabel... Éste es el verdadero compromiso del Adviento: llevar la alegría a los demás. La alegría es el verdadero regalo de Navidad; no los costosos regalos que requieren mucho tiempo y dinero. Esta alegría podemos comunicarla de un modo sencillo: con una sonrisa, con un gesto bueno, con una pequeña ayuda, con un perdón. Llevemos esta alegría, y la alegría donada volverá a nosotros. en especial, tratemos de llevar la alegría más profunda, la alegría de haber conocido a Dios en Cristo. Pidamos para que en nuestra vida se transparente esta presencia de la alegría liberadora de Dios” (Benedicto XVI, Homilía, 18-12-2005).
     “María... va a casa de su anciana prima Isabel, a la que todos consideraban estéril y que, sin embargo, había llegado al sexto mes de una gestación dona por Dios (cf. Lc 1,36). Es una muchacha joven, pero no tiene miedo porque Dios está con ella, dentro de ella... La presencia de Jesús la colma del Espíritu Santo. Cuando entra en la casa de Isabel, su saludo rebosa de gracia: Juan salta de alegría en el seno de su madre, como percibiendo la llegada de Aquel a quien un día deberá anunciar a Israel. Exultan los hijos, exultan las madres. Este encuentro, impregnado de la alegría del Espíritu, encuentra su expresión en el cántico del Magníficat” (Benedicto XVI, Discurso, 31-5-2005).

miércoles, 30 de noviembre de 2011

1er día de la Novena a la Inmaculada

     Hoy, 30 de noviembre, comienza la novena a la Inmaculada Concepción, fiesta tan arraigada en la vida y en la piedad de la Iglesia. Durante estos días quisiera proponerles alguna o algunas frases que el Santo Padre ha pronunciado en diversos momentos de su predicación, y que les puede ayudar a vivir la novena.
     La novena, les propongo, puede verter en dos direcciones: el apostolado –pedir más “apóstoles” a la Virgen- y la petición de la virtud de la santa pureza para todos los hombres.
     Por cierto, si alguien lo requiere, puedo enviarle al correo una propuesta de novena a la Inmaculada que he encontrado por ahí, y es muy buena.
     La Anunciación (cfr. Mt 1,18ss.; Lc 1,26ss.).
     "En la hora decisiva de la historia humana, María se ofreció a sí misma a Dios, ofreció su cuerpo y su alma como morada. En ella y de ella el Hijo de Dios asumió la carne. Por medio de ella la Palabra se hizo carne (cf. Jn 1,14). Así María nos dice lo que es el Adviento: ir al encuentro del Señor que viene a nuestro encuentro.
     Esperarlo, escucharlo y contemplarlo. María nos explica para qué existen los edificios de las iglesias: existen para que acojamos en nuestro interior la Palabra de Dios; para que dentro de nosotros y por medio de nosotros la Palabra pueda encarnarse también hoy" (Benedicto XVI, Homilía, 10-12-2006).

martes, 29 de noviembre de 2011

La corona de Adviento

     La corona de Adviento se hace con follaje verde sobre el que se insertan cuatro velas. No es preceptivo que sean de colores las velas, pueden ser blancas todas. El primer domingo de Adviento encendemos la primera vela y cada domingo de adviento encendemos una vela mas hasta llegar a la Navidad. Mientras se encienden las velas se hace una oración, utilizando algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto lo hacemos en las Misas de Adviento y también es recomendable hacerlo en casa, por ejemplo antes o después de la cena. Si no hay velas de esos colores aun se puede hacer la corona ya que lo más importante es el significado: la luz que aumenta con la proximidad del nacimiento de Jesús quien es la Luz del Mundo. La corona se puede llevar a la Iglesia para ser bendecida por el sacerdote.
     Origen. La corona de Adviento encuentra sus raíces en las costumbres pre-cristianas de los germanos (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Pero la corona de adviento no representa una concesión al paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas.
     Nueva realidad. Los cristianos supieron apreciar la enseñanza de Jesús: Juan 8,12: “Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida”. La luz que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que vence la oscuridad. Nosotros, unidos a Jesús, también somos luz: Mateo 5,14 “Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte”.
     En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el adviento: Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.
     Las ramas de verde perenne recuerdan Jesús es la luz eterna. En los países fríos se escogen ramas de los árboles que no pierden sus hojas en el invierno, para simbolizar que Dios no cambia.
     El círculo nos recuerda que Dios no tiene principio ni fin, es eterno.
     Recordamos la larga espera de la Humanidad que, cayendo en pecado, vivía en oscuridad. El Pueblo de Israel recibió de Dios la promesa y los profetas la mantenían viva en los corazones. Nosotros, por el bautismo, estamos llamados a ser profetas y anunciar el reino de Dios.  Es así que nosotros, en Cristo, somos luz.




ORACIÓN CON LA CORONA DE ADVIENTO
     Primera Semana 
Todos hacen la señal de la cruz.
(Las lecturas se pueden repartir de antemano entre la familia pero es significativo que la cabeza del hogar tome las lecturas principales):
Líder: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor”
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra”
Líder: "En los días de adviento, recordamos nuestra espera en la liberación del Señor. Siempre necesitamos Su salvación. En torno a esta corona recordaremos su promesa.
     Lectura del profeta Isaías  9,1-2
“El pueblo que andaba a oscuras  vio una luz grande.
Los que vivían en tierra de sombras una luz brilló sobre ellos.
Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría.
Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega,
como se regocijan repartiendo botín”. Palabra de Dios
Todos: Te alabamos Señor.
Líder: Rm. 13,11-12. “Ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz”.
     Bendición de la corona 
Líder: Bendícenos Señor y a esta corona de Adviento.
Líder: Señor Dios nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo:
El es Emmanuel, la esperanza de los pueblos,
La sabiduría  que nos enseña y guía,  
El Salvador de todas las naciones.
Señor Dios que tu bendición descienda sobre nosotros al encender las velas de esta corona.
Que la corona y su luz sean un signo de la promesa del Señor que nos trae salvación.
Que venga pronto y sin tardanza.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Todos: Amén.
     Se enciende la primera vela
Líder: Bendigamos al Señor.
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
     Recordamos al virtud de la Fe
La Anunciación
La Virgen María, como el pueblo judío, esperaba la venida del Salvador, rezaba, leía, meditaba y guardaba las Sagradas Escrituras en su corazón.
Nosotros nos preparamos para dar nuestro "Sí" unidos a María en la Anunciación.
Tiempo de silencio  / Tiempo de intercesión.
Padre Nuestro  /  Ave María.
     Oración final: Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Amén.




      Segunda Semana
Todos hacen la señal de la cruz.
Líder: Nuestro auxilio es en el nombre del Señor.
Todos: Que hizo el cielo y la tierra.
Lectura bíblica: 1Tesalonisenses 5,23-24: “Que el mismo Dios de la Paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida del Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas”. Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos Señor.
     Se encienden dos velas
Líder: Bendigamos al Señor.
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: Demos gracias a Dios.
     Recordamos la virtud de la Caridad
La Visitación
María fue presurosa a servir a su prima Isabel ya que el ángel le avisó que de ella nacería un niño: Juan Bautista. No temió la distancia y las dificultades. Respondió con un amor que se hace servicio y que une corazones.
Acción: Es tiempo de ir a servir a los que mas nos necesitan, en especial los pobres, los enfermos... los ancianos
Tiempo de silencio /  Tiempo de intercesión
Padre Nuestro / Ave María.
     Oración final: Señor Todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Amén.




     Tercera Semana
Todos hacen la señal de la cruz.
Líder: Nuestro auxilio es en el nombre del Señor.
Todos: Que hizo el cielo y la tierra.
     Lecturas bíblicas:
Primera lectura: 1 Tesalonicenses 3,12-13: “Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios nuestro Padre”. Palabra de Dios
Todos: "Te alabamos Señor".
Segunda lectura: Filipenses 4,4-5. “Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca”. Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos Señor.
     Se encienden tres velas
Líder: Bendigamos al Señor
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: Demos gracias a Dios.
     Esperanza
A Belén
La Virgen vuelve a viajar, lejos de su familia y amistades, obedece el mandato del emperador... En Belén ella y San José no encuentran sino rechazo. Todo parece salir muy mal... Por menos algunos matrimonios se han divorciado. Pero ellos no pierden la esperanza.
No hay Navidad sin sufrimiento, sin la prueba y la superación de los egoísmos. La esperanza cristiana lo vence todo. No es resignación negativa. Hace todo lo posible para hacer de las situaciones difíciles lo mejor. No pierde de vista a Dios que se hace presente en el corazón humilde y fiel.
Tiempo de silencio.  /   Tiempo de intercesión
Padre Nuestro. / Ave María.
     Oración final: Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante.  Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Amén.




     Cuarta Semana
Todos hacen la señal de la cruz.
Líder: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"
     Lectura bíblica:
Primera lectura: Rm 13,13-14 : “Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor Jesucristo”. Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos Señor.
Segunda lectura: 2 Tesalonicenses 1,6-7: “Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de sus pueblo santo y la admiración de todos los creyentes”. Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos Señor.
Líder: Ven, Señor, y no tardes.
Todos: Perdona los pecados de tu pueblo.
Se encienden las cuatro velas
Líder: Bendigamos al Señor.
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: Demos gracias a Dios.
     Humildad y gloria
El Nacimiento de Jesús
Líder: Lectura del Evangelio según San Lucas (2,6-7): “Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento”. Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos Señor.
     Meditación: La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe.
Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón.
Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión
Padre Nuestro / Ave María.
     Oración Final: Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Amén.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Ésta es mi tierra

     En esta ocasión subo algunas fotos, nada más. Ayer comenté que se erigiría en nueva parroquia la aldea de El Camán, Patzicía. Pude llegar a ver el ambiente de fiesta que reinaba y me ha alegrado mucho compartir con el Obispo, con los sacerdotes nativos del lugar y con su gente, pues conozco a varias personas de allí.
     Aunque coincidió la fecha de erección de la parroquia con la fiesta de la Medalla Milagrosa, sin embargo se ha nombrado a Juan Pablo II como patrono de la nueva parroquia.
     Un saludo cordial al nuevo párroco y a sus feligreses.


Gracias a la gentileza de unos amigos, pongo estas fotos. A los costados, dos hijos sacerdotes de la nueva parroquia. Además, el Obispo y el nuevo párroco, el P. Édgar Simón.

El nuevo párroco al centro; yo le acompañé. Además, una familia de la nueva parroquia, de la que forma parte la religiosa.

La explanada de Patzicía; en el extremo derecho de lo que se ve de la carretera está El Camán, la nueva parroquia.

En días buenos, ésta sería la vista aérea de lo que ahora constituye la parroquia.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Una nueva parroquia en la Diócesis

     El día de hoy, primer domingo de Adviento, será erigida –pues estoy escribiendo antes del acontecimiento- la nueva parroquia de El Camán. El Camán es una aldea de Patzicía –éste es mi pueblo de origen-, Chimaltenango, que tiene alrededor de cinco mil habitantes.
     La nueva parroquia –según me parece, la sexta erigida en la Diócesis desde el año 2000- tendrá como patrono al Beato Juan Pablo II, como ha sido anunciado. Su primer párroco será el P. Edgar Rufino Simón, que tiene como tres años de ordenado.
      La comunidad cristiana que constituye la nueva parroquia siempre se ha distinguido por su entereza, su colaboración y sus ánimos de una vida cristiana cada vez más entregada. Hace como cuatro años construyó su iglesia, amplia, en donde pronto se empezó a celebrar la Misa dominical. Las comunidades cercanas empezaron a frecuentar esta Misa, y hubo necesidad de otra Misa. Hace ya más de un año en que comenzó a celebrarse la Santa Misa también por la mañana; igualmente se llena la Iglesia.
     Por atender una parroquia, al menos durante la mañana, sustituyendo a un amigo sacerdote, no podré concelebrar en la Santa Misa de erección de la parroquia -promete ser una gran fiesta-, pero intentaré llegar a “la cola”, pues es una comunidad a la que conozco y le guardo afecto.
     ¡Beato Juan Pablo II, ruega por nosotros y por la nueva parroquia!

sábado, 26 de noviembre de 2011

Mañana inicia el Adviento

     Con el tiempo de Adviento se inicia un nuevo año litúrgico en la Iglesia. Este tiempo tiene una doble finalidad: preparar la celebración de Navidad –aunque ya se nos hayan adelantado bastante los comerciales y las ventas-, que conmemora la primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y la preparación de nuestras vidas en la espera de la segunda venida de Cristo, al final de los tiempos.
     La Iglesia se prepara a la Navidad permaneciendo vigilante y en oración.
     El Adviento nos prepara para acoger dignamente a Cristo, cuya venida en la carne recordamos en navidad. Nos alerta también a preparar la segunda venida al final de los tiempos. Desde la celebración litúrgica, la Iglesia en este santo tiempo de Adviento nos pide encarecidamente: ¡Prepárense y conviértanse, porque llega el Señor! (Maranatha).
     El Adviento es el tiempo de la gran esperanza en el futuro que llega con Cristo Salvador y Redentor del hombre. Adviento es el tiempo de la gran esperanza de la Iglesia, que se presenta siempre como “sacramento universal de salvación.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Otra de 3+2: Tu Palabra es una pasada...

     El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán ( Lc 21, 33).
     Jesús, en los últimos dos mil años por aquí ha pasado de todo: el autobús, el chatarrero, el afilador, emperadores, reyes, civilizaciones, imperios, liberadores, tiranos, enterradores de Dios, científicos locos, revoluciones, guerras, desastres naturales... ¡De todo! De todo es de todo. De todo menos tu Palabra. Mis palabras no pasarán… ¡Será por algo! La verdad es siempre la verdad. Yo quiero apostar seguro y apuesto por Ti.
▶▶Jesús, Tú tienes Palabras de Vida Eterna. ¡Que te oiga y te haga caso!
     La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1, 14).
     Jesús, quizá sea por esto. Tu Palabra, Tú mismo, Jesús, te has querido quedar con nosotros. Pero no sólo en la Eucaristía (Verbo encarnado), sino también en la Palabra, en la Sagrada Escritura (Verbo encuadernado). San Bernardo comenta: habitó, ciertamente, por la fe en nuestros corazones, habitó en nuestra memoria, habitó en nuestro pensamiento y desciende hasta la misma imaginación. Por eso me impresionó tanto aquel sacerdote al que veía leer el Evangelio y a cada rato daba besos. —¿Por qué es Ustedd tan besucón? Le pregunté: —Doy un beso cada vez que aparece escrito Jesús (el Verbo encuadernado).
▶▶Lee una página del Evangelio al día… por lo menos.
Propósito: besar los Evangelios.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Trabajo bien acabado

     Ayer tuve la alegría de asistir al acto de graduación de abogado de mi viejo amigo Marvin. Compartí con su familia y volví a ver a algunos después de catorce años...
     Le sugerí aquel pensamiento de un santo: “comenzar es de muchos; acabar, de pocos...” También la cita del Eclesiástico: “mejor es el fin de la obra que su principio” (7,9).
     Viendo hacia atrás, recordando tanto desvelo y tanto trabajo, este momento de la graduación es un coronamiento que colma el corazón.
     Aunque le sugerí también que esta meta alcanzada no es más que el comienzo de una vida de servicio, en esta área específica. Le seguiré para recordarle –lo que ya sabe- que debe ser un buen abogado.
     ¡Felicidades, querido amigo!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El canto y la música en la Liturgia

Santa Cecilia con dos ángeles

     Ayer celebrábamos a santa Cecilia, patrona de los músicos.
     Estoy convencido de la alta dignidad de la música y del buen canto, ya que son indicios de la espiritualidad del ser humano, de que el hombre es más que un animal: es un ser dotado de alma que hace referencia, que tiende a Dios.
     A propósito de la memoria de santa Cecilia, me recordé de la importancia del canto y la música en la liturgia. Los documentos de la Iglesia la reseñan.
     “Amonesta el Apóstol a los fieles que se reúnen esperando la venida de su Señor, que canten todos juntos con salmos, himnos y cánticos inspirados. El canto es una señal de la euforia del corazón. De ahí que san Agustín diga, con razón: ‘Cantar es propio de quien ama’; y viene de tiempos muy antiguos el famoso proverbio: ‘Quien bien canta, dos veces ora’ (Instrucción General del Misal Romano, n. 19).
     También: “La acción litúrgica adquiere una forma más noble cuando se realiza con canto: cada uno de los ministros desempeña su función propia y el pueblo participa en ella. De esta manera la oración adopta una expresión más penetrante: el Misterio de la Sagrada Liturgia y su carácter jerárquico y comunitario se manifiesta más claramente; mediante la unión de las voces se llega a una más profunda unión de corazones; desde la belleza de lo sagrado el espíritu se eleva más fácilmente a lo invisible; en fin, toda la celebración prefigura con más claridad la Liturgia santa de la Nueva Jerusalén.
     Por tanto, los Pastores de almas se esforzarán con diligencia por conseguir esta forma de celebración” (Instrucción “Musicam Sacram” de 1967). 

martes, 22 de noviembre de 2011

En la fiesta de Santa Cecilia

     Según la tradición, santa Cecilia fue martirizada por su fe entre el año 180 y 230.
     Las "actas" de la santa afirman que pertenecía a una familia patricia de Roma y que fue educada en el cristianismo. Solía llevar un vestido de tela muy áspera bajo la túnica propia de su dignidad, ayunaba varios días por semana y había consagrado a Dios su virginidad. Pero su padre, que veía las cosas de un modo diferente, la casó con un joven patricio llamado Valeriano. El día de la celebración del matrimonio, en tanto que los músicos tocaban y los invitados se divertían, Cecilia se sentó en un rincón a cantar a Dios en su corazón y a pedirle que la ayudase. Cuando los jóvenes esposos se retiraron a sus habitaciones, Cecilia, armada de todo su valor, dijo dulcemente a su esposo: "Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí." Valeriano replicó: "Muéstramelo. Si es realmente un ángel de Dios, haré lo que me pides." Cecilia le dijo: "Si crees en el Dios vivo y verdadero y recibes el agua del bautismo verás al ángel."
     Santa Cecilia es muy conocida en la actualidad por ser la patrona de los músicos. Sus "actas" cuentan que, al día de su matrimonio, en tanto que los músicos tocaban, Cecilia cantaba a Dios en su corazón. Al fin de la Edad Media, empezó a representarse a la santa tocando el órgano y cantando.
     Quien quiera leer más sobre su vida, pinche aquí.
     Por cierto, ¿han visto "El Concierto" (Le Concert), película rusa dirigida por Radu Mihaileanu? Me ha encantado y se las aconsejo, no sólo por su trama de humor como su interés cultural. La escena final de la película es la del "concierto", interpretación del Concierto para violín y orquesta Opus 35 en Re mayor de Tchaikovsky.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Ésta es mi tierra (Antigua Guatemala)

     Una particularidad de las procesiones en la Antigua Guatemala es lo enorme de las andas. Este año me enteré que en la proximidad de la conmemoración de los fieles difuntos también había procesiones.
     Hace algunas semanas subí al blog algunas fotos de esta procesión que me enviaron seminaristas que participaron en ella. Ahora, recordando que he de rezar por los files difuntos, subo este video de esa actividad.
      Un saludo a los "chapines" de corazón que se encuentran en otros países.



     Aunque de la Semana Santa ya pasada, es un bonito reportaje que pueden disfrutar y hacerse mejor idea de estas tradiciones antigüeñas.


domingo, 20 de noviembre de 2011

     Con ocasión de la firma y publicación de la Exhortación Apostólica Postsinodal de la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, el Santo Padre viajó a Benín, país que le da nombre al Golfo que baña sus costas, en la orilla occidental de África.
     Este primer viaje del Santo Padre a este país ha durado del 18 al 20 de este mes de noviembre. Las imágenes son impresionantes.
     La Iglesia se esfuerza no sólo por sobrevivir sino también para irradiar el dulce odor Christi y su evangelio en todos los ambientes culturales.


     En todos los lugares, también en África, la Iglesia no sólo predica sino también realiza una gran labor social, imperceptible en los medios de comunicación social, pero eficaz. Este reporte indica el gran alcance de la Iglesia.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Estudiemos el Catecismo

     El 11 de octubre de 2012, fecha en que iniciará el proclamado Año de la fe, se cumplirán 20 años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, un maravilloso instrumento para la evangelización y para la formación de los cristianos. De hecho, así lo ha proclamado el papa Benedicto en la Carta Apostólica Porta Fidei.
     Dice en el n. 4 que, promulgado por el papa Juan Pablo II, tuvo “la intención de ilustrar a todos los fieles la fuerza y la belleza de la fe. Este documento, auténtico fruto del Concilio Vaticano II, fue querido por el Sínodo Extraordinario de los Obispos de 1985, como instrumento al servicio de la catequesis”.
     En los nn. 11 y 12 dice el Santo Padre que para la formación, “para acceder a un conocimiento sistemático del contenido de la fe, todos pueden encontrar en el Catecismo de la Iglesia Católica un subsidio precioso e indispensable. (...) Es regla segura para la enseñanza de la fe. (...) el Año de la fe deberá expresar un compromiso unánime para redescubrir y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, sintetizados sistemática y orgánicamente en el Catecismo de la Iglesia Católica. (...) Será un verdadero instrumento de apoyo a la fe, especialmente para quienes se preocupan por la formación de los cristianos, tan importante en nuestro contexto cultural”.
     Quien quiera leer entero la Carta Apostólica Porta Fidei, pinche aquí.