Una jornada piadosa, alegre y de familia. Hemos compartido el deporte, el esparcimiento, el descanso, la Misa y la mesa.
Personalmente, también he renovado mi entrega a Dios, dispuesto a seguir los pasos de Jesús, a semejanza de como le sirvió San José. La santidad de San José, tan cercana, candorosa y esforzada, nos alienta en esta entrega.
Hemos subido unas fotos en el blog del Seminario, que les invito a que vean. Muestran un poco las actividades y la alegría que vivimos hoy. ¡Felicidades, seminaristas menores, por su fiesta!
Cuando los corredores estaban preparándose para la competencia. |
La imagen de San José que se encuentra en el Seminario Mayor. |
Así rodeábamos el parque, con la "torre centroamericana" emblemática de Sololá al fondo. |
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