domingo, 21 de febrero de 2016

Escuchar al Hijo de Dios

Detalle de "La Transfiguración" de Rafael.
    "Ver a Jesús en su gloria". De eso fueron testigos los Apóstoles elegidos, aquellos íntimos de Jesús, Pedro, Santiago y Juan. Y vieron a Jesús transfigurado, en compañía de Moisés y Elías.

      Un detalle del evangelio que hoy hemos leído en Misa es, según Lucas, que estos personajes del Antiguo Testamento ya no están ("cuando ellos se separaron de él", dice 12,33), cuando Jesús es proclamado "Hijo" y "Elegido" del Padre (v. 35) y está el mandato de "escúchenle".

     En efecto, a quien hay que escuchar ahora es a Jesucristo, el Hijo, y no a otras voces.

     "Escucharle". Ojalá pudiéramos adquirir el hábito de escucharle -como quien pone atención y quiere cumplir su voluntad-; entonces veremos con más claridad nuestra condición de hijos de Dios.

    Ciertamente, a mí también me cuesta ponerle atención -a veces tenemos tanto ruido alrededor que no le oímos-, atender a lo que me dice y, sobre todo, a cumplir lo que me dice. Él nos ayuda con su gracia.

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