martes, 18 de octubre de 2016

En la fiesta de San Lucas Evangelista

El inconfundible estilo de El Greco. SAN LUCAS.
     Dice la Tradición de que Lucas, cuya fiesta celebramos hoy, fue confidente de la Virgen María. Debe ser por eso que se le atribuye la pintura que se encuentra en la Basílica de Santa María La Mayor "Salus Populi Romani". Vemos el trabajo pormenor que hizo escribiendo el llamado "Evangelio de la Infancia" (Lc 1-2).

     ESCUCHAR AL ESPÍRITU. San Lucas, habiendo escuchado tanto a San Pablo, habiendo investigado también, se puso a escribir su Evangelio y el libro de los Hechos. Pero, tuvo que "afinar" el oído para escribir todo y sólo lo que Dios quería. Ahora nosotros debemos también afinar el oído para que ese mensaje dé frutos en nuestro corazón, no ha de ser que las preocupaciones de la vida ahoguen esa semilla.

     EVANGELIO DE LA MISERICORDIA. Estamos en el Año de la Misericordia. Ojalá no sea, como tantas veces, un llamado que encuentre una respuesta entusiasta y que, pasado el entusiasmo, nos olvidemos pronto.

    El Evangelio de Lucas ha sido llamado "Evangelio de la Misericordia". Ha coincidido, si se quiere decir así, que en los domingos de este Año de la Misericordia leyéramos este evangelio. Es el evangelio que, de manera preferente, muestra a Jesús misericordioso, Jesús que busca a los pobres y marginados (los paganos, los samaritanos, los pobres, las mujeres, los enfermos...). Ojalá podamos también concretar más actos de misericordia para practicar.

    LEER EL EVANGELIO. Si la Biblia es como una carta de Dios a los hombres, vayamos presurosos a recibir y leer esa misiva. Aunque tendremos cuidado de no quedarnos con el papel sino con el mensaje, y que el mensaje se haga vida en nosotros, que tenga frutos claros y concretos.

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