Viendo esta imagen, me parece estar en la iglesia parroquial de mi pueblo, en donde está reproducido magníficamente. |
Mañana celebraremos la Ascensión del Señor
a los cielos; ya estamos en las Vísperas. Jesús subió a los cielos cuarenta
días después de su Resurrección ―pero, por razones de conveniencia
(para que los fieles puedan participar de la fiesta), se ha trasladado su
celebración al domingo siguiente―.
Gran misterio: el que vino a la tierra
para hacerse uno de nosotros ―sin dejar de ser lo que era ni de
estar junto al Padre―, ahora sube a los Cielos ―para tomar el lugar que
siempre le ha correspondido y en donde ha estado―. Pero ya no sube solo: sube
con parte de nosotros, con nuestro cuerpo; ya sólo falta a la consumación final
para que con toda perfección gocemos de su gloria.
¿Te imaginas la despedida de Jesús? ¡Ya no
le volverían a ver! Pero los apóstoles vuelven radiantes de alegría después de
verle subir a los Cielos. Ojalá se me pegue un poco esa alegría.
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