Felicitación a las mamás

     La maternidad es una auténtica vocación y una gran misión. Ya en la edad madura me he dado cuenta mejor de cuán ardua es y, también, del contento que supone para el desarrollo de la personalidad de la mujer.

     Lo he dicho y lo afirmo nuevamente: que las mamás ―la mayoría de ellas, que luchan por serlo de verdad― tienen un lugar especialísimo en el Cielo.

     Desde luego, felicito primero a mi mamá ―aunque ya lo hice tan siquiera por teléfono, al no poder hacerlo físicamente―; luego, a mis hermanas y cuñadas; luego, a tantas familiares y amigas que ya son mamás. A ti, que eres mamá, y que lees este mensaje, te encomendaré también ―Dios lo sabe y sabrá bendecirte―.

     También, desde luego, a tantas que ya han dejado este mundo y que ahora, como confío y le pido a Dios, les dé ya ese “pedazote” de Cielo que se ganaron aquí en la tierra.

     ¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES!