domingo, 18 de enero de 2015

Predicando en Concepción

Ésta es la fachada de la iglesia de Concepción, hermosa por fuera y por dentro.
     Hoy, Domingo, fui a celebrar la Santa Misa a hora temprana (6:30 am) en la iglesia colonial de Concepción. Al hilo de las lecturas prediqué sobre el buen ejemplo que debemos dar los cristianos (como Elí y Juan Bautista) y cuán importante es para ayudar a nuestros hermanos. También prediqué sobre la inmoralidad que quiere reinar en el mundo y que también afecta a este pueblito de varias maneras. Dios nos ayude con su gracia para llevarlo a la práctica.

     Después fui a visitar a un amigo convaleciente, después de un horrible accidente y la operación que necesitó. Junto con los médicos, él mismo reconoce que está vivo de milagro, no sólo porque el accidente no fue mortal sino que pudo ser tratado, aún la terrible complicación. Sí, decía que le daba gracias a Dios por el don de la vida.

     Trabajo intelectual también ha habido abundante, pues estamos en los trabajosos pero apasionantes inicios de curso. Dios mediante todo esto tiene fruto delante de Dios.

     Por cierto, al terminar la Santa Misa, entre los avisos, recordé a los feligreses que hemos comenzado hoy el OCTAVARIO de oración por la unidad de los cristianos. "Que sean uno", nos pide Jesús. Tengamos en cuenta esta intención durante esta semana.

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