viernes, 14 de enero de 2011

Evangelio del día

Mc 2,1-12. “Hijo, tus pecados te quedan perdonados”. Bien sabía nuestro Señor que ponían al enfermo delante suyo para que le sanara de su enfermedad. Lo hará a su debido tiempo, pero primero es el alma: le cura el alma antes que el cuerpo. ¿Quién dijo: “Acordaos hermanos que un alma tenemos; si la perdemos, no la recobramos”?

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