«Despacito y buena letra: / hacer las cosas bien / importa más que el hacerlas» (A. Machado)
sábado, 16 de mayo de 2015
¿Pesimismo u optimismo?
Esta tarde he visto un poco las noticias y comentarios sobre el acontecer nacional. Hoy, precisamente, hubo manifestación pacífica en la Plaza de la Constitución y en algunas principales ciudades del país demandando cambios en distintos ámbitos, especialmente en el político.
Ha sido reciente la renuncia de la Vicepresidente Roxana Baldetti y la elección del sustituto. ¿Y cómo se vislumbra el panorama? No hay cambio.
Personalmente no he escrito sobre esto, ni tampoco tengo ánimos de hacerlo, porque me resulta un poco engorroso hacerlo. ¿Qué arreglo con ello? Bien, pueden decirme que alzo la voz, que apoyo a los demás. Pero, al no hacerlo, ¿será que peco de optimismo, seré poco realista?
He leído recientemente una idea que me ha confirmado en mi optimismo, a pesar de la situación actual -tan similar a la de todo el mundo-. En el contexto de la fiesta de la Ascención del Señor, que celebramos este Domingo, si nos pusiéramos tristes porque Jesús ya no va a estar entre nosotros, con su presencia histórica como lo estuvo entre los apóstoles, caeríamos en una tristeza egoísta. Es decir, no pensamos en la glorificación del Señor y de su Humanidad Santísima, sino en que nos dejará solos.
Cristo ilumina todas las realidades terrenas. Estas cosas políticas y sociales, que a veces empañan nuestro panorama, pasarán. Dios nos seguirá guiando, asistiendo, empeñándose en salvarnos, en estar con nosotros.
Ciao.
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