En verdad, el cristiano debería tener el corazón abierto a todos. Ojalá fuéramos ciudadanos del mundo, valorar lo que los demás y uno mismo tenemos y darlo para bien de los demás.
He descubierto este video en la red y me gusta mucho verlo. Me emociona siempre que lo veo. Al respecto, todos estamos orgullosos de lo que somos y de dónde somos. Hemos de cultivar esta virtud. Pero este sentimiento no nos impida ver lo bueno que hay en otro. Que disfruten el video.
No hay comentarios:
Publicar un comentario