sábado, 20 de octubre de 2012

De una conversación de hoy


     - Desde que hablamos aquella vez –me dijo- empecé a rezar y a pedirle a Dios que pudiera ver su Voluntad sobre mí. Han pasado varios meses y cada vez lo veo más claro.
     - Pero la sugerencia de hacer oración no es sólo para conocer lo que Dios quiere para nosotros sino para tener trato con Él, que es nuestro Padre.
     - ¡Si todos hiciéramos oración como deberíamos!, otro sería el mundo. No sólo no nos sentiríamos solos sino que los hombres nos sentiríamos y trataríamos como más hermanos...
     ¿Sacamos siquiera unos diez minutos diarios de oración? Si no lo hiciéramos...

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