miércoles, 20 de marzo de 2013

Nuestra fiesta de San José en el Seminario

    La fiesta de San José constituye como un refrigerio, en medio de la austeridad del camino cuaresmal. Además, para todos los cristianos, como una concreción de cómo se ha de vivir la Cuaresma: con plena conciencia del sentido vocacional, el espíritu de caridad y servicio que caracterizó la vida del Santo Patriarca, el amor a los que le fueron confiados: Jesús y María.
     De hecho, muchos en el mundo, también nosotros, hemos tenido más presente el tema vocacional y la fidelidad. Por eso, en el Seminario Mayor y en el Menor (el Santo Patriarca es Patrono del Menor), la consideración de estos temas resultan más lógico. Así hemos celebrado en grande a San José.
     Además de la alborada que tuvieron los del Menor, además de la Liturgia bien cuidada que se celebró, tuvimos nuestro tiempo de convivencia. Los encuentros deportivos de la mañana (que, por cierto, no tuvieron los resultados deseados por nuestros jugadores) fueron motivo de esparcimiento reconfortante. El almuerzo, en familia en el Seminario Mayor, también hizo muy amena y en familia la fiesta. El rezo de Vísperas con exposición del Santísimo Sacramento, fueron el preámbulo oportuno para comenzar la procesión que iría del Mayor al Menor, en donde celebraríamos la Santa Misa.
     En la procesión fuimos muy bien acompañados, pues, además de llevar la imagen de San José, llevamos también las reliquias del Hermano Pedro, que ha estado en el Mayor hasta ayer. A partir de entonces pasó al Seminario Menor.
     Después de la Santa Misa, celebrada por Mons. Gonzalo y concelebrada por los formadores con gran solemnidad –en que encomendamos el inicio del Pontificado del Santo Padre Francisco–, cenamos alegremente.
     Para concluir la jornada, los presentes, especialmente los alumnos, encontraron un espacio de “libertad” en el concierto de “Mar Adentro”, que dio oportunidad de mover todo el cuerpo.
     En fin, fue una gran fiesta en honor de San José. Subo unas imágenes.
En entrenamiento, los seminaristas menores antes de su debut, en el que no les digo cómo quedaron -ni cómo quedó el partido de los del Mayor-.

Los aficionados a los juegos deportivos.

Al momento del inicio de la procesión. A la izquierda, el anda de San José; a la derecha, la reliquia del Hermano Pedro.

Así lucía el florido presbiterio de la capilla del Menor.

"El" de la fiesta, en el anda que le prepararon los del Menor.

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