De hecho, muchos
en el mundo, también nosotros, hemos tenido más presente el tema vocacional y
la fidelidad. Por eso, en el Seminario Mayor y en el Menor (el Santo Patriarca
es Patrono del Menor), la consideración de estos temas resultan más lógico. Así
hemos celebrado en grande a San José.
Además de la
alborada que tuvieron los del Menor, además de la Liturgia bien cuidada que se
celebró, tuvimos nuestro tiempo de convivencia. Los encuentros deportivos de la
mañana (que, por cierto, no tuvieron los resultados deseados por nuestros
jugadores) fueron motivo de esparcimiento reconfortante. El almuerzo, en familia
en el Seminario Mayor, también hizo muy amena y en familia la fiesta. El rezo
de Vísperas con exposición del Santísimo Sacramento, fueron el preámbulo
oportuno para comenzar la procesión que iría del Mayor al Menor, en donde
celebraríamos la Santa Misa.
En la procesión
fuimos muy bien acompañados, pues, además de llevar la imagen de San José,
llevamos también las reliquias del Hermano Pedro, que ha estado en el Mayor
hasta ayer. A partir de entonces pasó al Seminario Menor.
Después de la
Santa Misa, celebrada por Mons. Gonzalo y concelebrada por los formadores con
gran solemnidad –en que encomendamos el inicio del Pontificado del Santo Padre
Francisco–, cenamos alegremente.
Para concluir la
jornada, los presentes, especialmente los alumnos, encontraron un espacio de “libertad”
en el concierto de “Mar Adentro”, que dio oportunidad de mover todo el cuerpo.
En fin, fue una
gran fiesta en honor de San José. Subo unas imágenes.
En entrenamiento, los seminaristas menores antes de su debut, en el que no les digo cómo quedaron -ni cómo quedó el partido de los del Mayor-. |
Los aficionados a los juegos deportivos. |
Al momento del inicio de la procesión. A la izquierda, el anda de San José; a la derecha, la reliquia del Hermano Pedro. |
Así lucía el florido presbiterio de la capilla del Menor. |
"El" de la fiesta, en el anda que le prepararon los del Menor. |
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