miércoles, 13 de marzo de 2013

Habemus Papam Franciscum!



     Han sido muchas la emociones del día de hoy. Soy franco: casi había perdido las esperanzas de que saliera electo hoy el nuevo Papa. Además de la creciente emoción -pues hemos seguido en directo la transmisión-, también fuimos de sorpresa en sorpresa. Todo en el nuevo Papa es sorprendente. Si a nosotros nos ha sorprendido, ¿se imaginan cómo ha sorprendido gratamente a los argentinos? No puedo imaginarme el peligro que este hecho supone para la humildad de los argentinos.
     El nuevo Papa es el primer latinoamericano en ser elevado a la Sede Petrina; también es el primero en llamarse Francisco; es el primer jesuita... En fin, todo un sorprendente y auténtico regalo de Dios.
     En los días anteriores a este día, y después de la renuncia del Papa Benedicto, tenía yo una cierta sensación de orfandad, de que faltaba algo en la Iglesia. Ahora, ya tenemos al Padre común, al que reune a todos los católicos, ya tenemos Pastor.
     Además, en el hecho que hemos presenciado, se destaca la unidad de la Iglesia: los periodistas y demás allegados quedaron "chatos" ("con los colochos hechos"), pues la gran mayoría de ellos no ha acertado, mientras que los cardenales han dado al mundo una clamorosa prueba de unidad al ser electo el nuevo Papa en la apenas quinta votación.
     Santo Padre: ya le queremos, ya le queríamos antes de que se asomara al balcón y nos diera la bendición. Le aseguramos nuestro amor y nuestra adhesión plena. Estos sus hijos le querremos siempre. ¡Felicidades, Santo Padre!

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