viernes, 24 de mayo de 2013

Celebración del Día del Exalumno

     La celebración de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote aconteció ayer, justo entre el fin de las clases del primer semestre y el inicio de los exámenes finales. Ha sido un gran día festivo.
     Como ya es tradición es esta fiesta están citados los sacerdotes exalumnos del Seminario Mayor. En esta ocasión nos reunimos más o menos 45 sacerdotes.
     La celebración consistió en un rato de Adoración al Santísimo Sacramento, con la oración de la Hora Intermedia. Se llevó a cabo, luego, la bendición de la remodelación de la cancha pequeña y un área de descanso habilitado en el mismo lugar.
     Después fue el tiempo de deporte, como lo muestran las imágenes. Algunos sacerdotes se optaron por jugar basketbol. Pero el partido esperado era el que se disputarían el equipo ganador entre el Mayor y el Menor versus el equipo de los presbíteros.
     El Menor ganó las “justas” (a tiros penales), pero perdió contra el equipo de los presbíteros, que todavía dio cuenta de las viejas glorias (nada más y nada menos que con un marcador de 3-1). Los del Menor comentaban, impotentes, después: “¡no hicimos ni un gol!”, porque incluso el que fue gol a favor suyo fue por un autogol de los padres.
     Al terminar el deporte vino el almuerzo, que para los sacerdotes fue al estilo campestre. Al terminar el almuerzo, aunque varios tuvieron que retirarse por compromisos pastorales, algunos todavía se quedaron para la tertulia, que fue muy exhortativa hacia los seminaristas, pero muy divertida, recordando viejos tiempos.
     Gracias, amigos sacerdotes, por su presencia. Ya lo saben, ésta es su casa.

Mientras el P. Víctor bendecía la remodelación de la cancha pequeña.

Algunos de los alegres comensales. A la derecha, el P. Nicolás y el P. Emilio.

Compartiendo algunos instantes, entre la bendición y el tiempo de deporte.

El P. Mincho, con gorra roja, recordando viejos tiempos.

Los del Mayor, con uniforme azul; los del Menor, con negro.

El grupo de los presbíteros que, recordando viejos tiempos, osaron hacer frente a las nuevas generaciones insolentes que querían ganar...

El P. Wilson, pasando turno para el delicioso almuerzo.

A la sombra de los árboles, disfrutando del almuerzo.

Un grupo inseparable, los de "la promo".

Mientras llegaban a la tertulia los sacerdotes.

El P. José Lino, que disfrutó de la jornada, en compañía del "P. Ray".

Gran intervención del P. Edgar, que nos alegró la tarde.

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