Semejante a la perla, que es un "tesoro escondido": desde fuera nadie sabe su valor, o quizá valga sólo para alguno. |
Cierto día un hombre encontró un tesoro escondido en el campo. Ocultó su hallazgo y, lleno de alegría, vendió todo lo que tenía y compró aquella parcela.
Pasado el tiempo prudencial, buscó peritos que tasaran el valor del descubrimiento. Sólo entonces supo que era simple chatarra sin ningún valor: nadie ofreció nada por todo aquello. Sus vecinos, cuando se enteraron, se burlaron de él, viéndole arruinado y con una colección de metales oxidados. Sin embargo, él no perdió la alegría: sabía que tenía un tesoro.
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