lunes, 30 de agosto de 2010

Amar la vida ordinaria

En el evangelio de la Misa (Lc 4,16-30), el evangelista nos narra que Jesús volvió al pueblo en donde se había criado. Sus paisanos se extrañaban y no creían en él: "¿No es éste el hijo de José?".

El Catecismo de la Iglesia enseña que no sólo la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor son redentoras, sino toda la vida del Señor (cfr. CEC 517). Al P. Javier no le gustaba la expresión "vida oculta", decía que era más apropiado decir "vida de familia", referida a la vida del Señor antes de su vida pública.

El trabajo, la familia, el sueño, la comida, la amistad... de Jesús son redentores. ¡Y compartimos con Él estos mismos aspectos de la vida!


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